Una palabra amiga

Libres entre cuatro paredes

La libertad es el don más preciado de cuantos aspira obtener la persona. La libertad, en un sentido pleno y auténtico. Muchos de nosotros creemos ser libres sin caer en la cuenta de las cadenas que amarran nuestra verdadera libertad. Qué bien lo expresa Miguel Ángel García Argüez ‘Chapa’: “Cuántas veces yo he sido solo un esclavo y ni me he dado cuenta de los hilos invisibles que día tras día a mi me ataron”. Por eso es tan preciada la libertad: porque nos permite vivir lo que nuestro corazón desea vivir, sin nadie ni nada que nos encadene y nos condene.

Resulta paradójico pensar que quienes han sido verdaderamente libres vivan enclaustrados en un convento. Los monjes y monjas experimentan diariamente la libertad, la que les lleva a rechazar el mundo exterior para buscar en su interior la fuente de la vida. Son libres porque decidieron libremente entrar en la clausura y libremente deciden seguir; porque libremente dejaron lo que tenían y libremente se quedaron con nada para buscar el todo. Esa es la libertad, en un sentido pleno y auténtico.

La pasada semana tuve la inmensa suerte de ver la película-documental ‘Libres’, dirigida excepcionalmente por Santos Blanco. Fue una experiencia emocionante. El largometraje adentra al espectador en la clausura de los conventos de España, hablando con las personas libres que viven ahí. Sí, es paradójico pero son más libres que tú y que yo. Es un relato que habla de vida, de amor y de felicidad. Son historias cargadas de autenticidad y de verdad, no porque sean reales, que lo son, sino porque viven la vida auténticamente, sin filtros ni dobleces, sin máscaras ni disfraces. ‘Libres’ transmite paz.

Buscamos el sentido a nuestra vida, buscamos respuestas a preguntas, buscamos la felicidad, buscamos el éxito… el hombre de nuestros días busca, busca y busca. Sin embargo, como Jack Sparrow, usa una brújula que no marca el norte, porque no sabe cuál es su norte, y así acaba perdiéndose a sí mismo. Los protagonistas de ‘Libres’ sí sabían su norte, su brújula los llevó a la verdad, y la verdad, como bien sabemos, nos hace libres.

La película explica lo complejo con un lenguaje entendible; narra lo divino a través de lo humano. Eso es lo que engrandece a ‘Libres’: su capacidad para atrapar, golpear, renovar, enseñar, iluminar, cuestionar y hacer disfrutar.

Mi amigo Gonzalo, quien me acompañó al cine, se mostró sorprendido en un artículo que publicó en su blog porque durante la película sacaba mi móvil para apuntar rápidamente algunas de las frases que escuchaba. Este artículo no es respuesta al suyo, pero su apunte me sugiere compartir las palabras que más profundamente me tocaron.

1. Un monje, convertido a la fe católica antes de entrar al convento, explicaba su experiencia de vida y decía: “Las conversiones llegan cuando sueltas tus miedos”. Esto me hacía plantearme muchas cosas, pues son muchos mis miedos.

2. El abad del monasterio de Leyre, mientras monjes y monjas explicaban el momento en que decidieron entregar su vida a la vocación, intervenía con una frase rotunda que repetía varias veces: “Dale una oportunidad a Dios. Dale una oportunidad a Dios. Dale una oportunidad a Dios”.

3. Acerca de la muerte, uno de los protagonistas afirmaba: “La esperanza cristiana es alegre”. Y sí, claro que lo es. Nuestra esperanza no está puesta en un futuro incierto que a buen seguro puede defraudarnos. Nuestra esperanza está depositada en Cristo, que nunca nos defrauda. Y ciertamente no hay mayor alegría.

4. ¿Qué es la vida? “Florecer donde Dios te ha plantado, y florecer es dar la vida”. La vida es dar la vida allá donde Dios quiere.

5. La última frase es el mejor resumen para esta película que debes ver de manera casi obligada. La pronuncia una monja mayor: “Me sé amada; eso es lo que me hace libre”. Solo el amor nos lleva a la libertad.

Carlos Santana

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