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Las etapas de formación de los Agustinos Recoletos

El itinerario formativo agustino recoleto contempla varias etapas en las que la persona completa una formación integral para ser religioso.

No se es agustino recoleto, como se dice coloquialmente, de un día para otro. El religioso agustino recoleto es el resultado de un proceso integral de formación que comprende diferentes etapas, cada una con el objetivo de discernir la llamada de Dios y conocer más sobre la vocación. Siempre con el acompañamiento de un religioso, los jóvenes completan cinco etapas formativas, contempladas dentro del Itinerario Formativo Agustino Recoleto, hasta recibir la profesión solemne.

Aspirantado. El fin propio del aspirantado es ayudar a la persona con inquietud vocacional a estudiar más fácilmente las señales de una posible vocación y, mediante una formación sólida, prepararlos para seguir a Cristo con ánimo generoso y corazón puro. Puede realizarse en una casa de la Orden o haciendo un seguimiento externo del candidato con encuentros periódicos. Su duración depende del perfil personal.

Postulantado. El postulantado es el período, inmediatamente previo al noviciado que se realiza ya en una casa de la Orden. Lleva consigo una cierta experiencia de la vida comunitaria y la convivencia con los miembros de la comunidad, con el fin de tener un conocimiento mutuo conveniente. Normalmente esta etapa coincide con los estudios de Filosofía. Su duración depende del perfil personal.

Noviciado. El noviciado tiene como finalidad que la persona conozca mejor la vocación divina y precisamente la propia de la Orden, experimenten el modo de vida de ésta, conformen su mente y su corazón con el espíritu de la Orden y puedan ser comprobadas su intención e idoneidad. Tiene duración de un año. Los Agustinos Recoletos cuentan con tres noviciados: uno en Monteagudo (Navarra, España); otro, en el desierto de La Candelaria (Boyacá, Colombia) y otro en Antipolo (Filipinas). El noviciado concluye con la profesión simple, en la que el religioso profesa los votos de obediencia, pobreza y castidad de forma temporal. Se inicia la etapa en la que el nuevo profeso enriquece su vida consagrada con una intensa dedicación a la oración y al estudio. Esta dedicación le ayuda eficazmente a madurar su vocación, de cara al compromiso definitivo con Dios en la profesión solemne, y a prepararse debidamente para su futuro apostolado.

Teologado. En la etapa de profesión simple se desarrolla el estudio de la Teología junto con otras disciplinas agustinianas y de historia y espiritualidad de la Orden.

Experiencia de inserción comunitaria. Finalizados los estudios de Teología, los profesos tienen una experiencia de inserción comunitaria colaborando en alguno de los ministerios de la Orden. Una vez realizada esta experiencia, los religiosos realizan la profesión solemne, en la que le dicen sí al Señor para toda la vida como agustinos recoletos.

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