Una palabra amiga

Mil vidas en una vida

Se termina el verano de 2023 y tenemos que volver a nuestras actividades cotidianas. Pero creo que este verano es digno de reseñar, porque hemos vivido muchas cosas como familia agustino-recoleta, como Iglesia y cada uno en nuestros corazones. Mi objetivo es recordarte algunas de estas cosas para que nos sean fuerza para este curso pastoral 2023-2024.

Este fue un verano joven para nuestra familia religiosa, vivimos el primer sínodo JAR y fuimos testigos de que tenemos jóvenes que son valientes y que desean compartir nuestra forma de vivir. Después la JMJ-JAR donde cientos de jóvenes se reunieron para prepararse para vivir un encuentro con el Papa Francisco en la JMJ de Lisboa.

Y, por fin, después de muchos años de espera ¡Volvimos a vivir la JMJ! Donde miles de jóvenes de todo el mundo se reunieron con el Papa para mostrar la cara joven de la Iglesia. Durante esos días el Papa nos abrió su corazón y nos recordó que ¡No debemos tener miedo! Porque Cristo sigue navegando esta barca y con Él tenemos al mejor capitán.

Quiero recordar un momento, que me marcó, eran las 10 de la noche del sábado 5 de agosto y estábamos más de un millón de corazones orando frente a Jesucristo Eucaristía que presente con nosotros nos recordó que Él es el centro de nuestras vidas.

Seguramente este verano fue muy especial para ti. Para mí fue un regalo, que comenzó con el camino de Santiago, después con las alegres visitas de muchos jóvenes a mi parroquia en Madrid, después la JMJ. El verano para mi terminó con unos días de vacaciones en mi tierra, México, días para descansar y poder acomodar todo lo vivido, para orientar el regalo que fue este verano 2023.

El verano donde cada uno de nosotros vivió su vida, pero que juntos compartimos la misma Vida –si con mayúscula– que es seguir a Cristo desde nuestras realidades. El verano tiene el regalo de parar los relojes, de tener esos momentos de descanso, esas siestas interminables… pero ahora nos toca volver, seguir caminando, seguir corriendo apresurados por la vida, pero con una certeza: ¡Cristo está con nosotros SIEMPRE!

Qué maravilloso verano vivimos y gracias a que juntamos nuestras vidas ahora podemos comenzar un nuevo curso con fuerza. Ánimo y, como María, sal sin demora.

Alfonso J. Dávila OAR

 

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