Durante un mes ha visitado las comunidades y ministerios del país para conocer de primera mano la realidad, las experiencias y las necesidades de la Familia agustino recoleta.
Fr. Miguel Ángel Hernández llegó a Bogotá el 8 de febrero de 2024, iniciando su visita en las comunidades del Colegio Agustiniano Ciudad Salitre y de La Candelaria centro y participando en las ordenaciones diaconales que se celebraron en la Parroquia de la Inmaculada Concepción.
Tras la capital, las ciudades de Pasto y Cali fueron sus siguientes destinos. En ellas se reunió con las Misioneras Agustinas Recoletas, la comunidad de la Parroquia Santa Rita de Casia y el Colegio Agustiniano Campestre. En Palmira celebró la Eucaristía del Miércoles de Ceniza con los alumnos del Colegio. Más adelante, compartió momentos de diálogo con la comunidad formativa del Seminario La Linda, en Manizales.
Durante la segunda semana, el Prior general viajó a Medellín, Cartagena, Bucaramanga, Yopal-Trinidad y Bocas del Pauto, ciudades en las que pudo experimentar la calidez y la hospitalidad de las comunidades de la zona. En Orocué visitó la Parroquia de Nuestra Señora de la Candelaria.
Tras esas experiencias en el interior del país, Fr. Miguel Ángel Hernández visitó el Desierto de la Candelaria, donde compartiendo encuentros y celebraciones con la comunidad formativa del noviciado de la Provincia.
De regreso a Bogotá, mantuvo encuentros con las Misioneras Agustinas Recoletas, las Agustinas Recoletas de los Enfermos, las Monjas Agustinas Recoletas, diversas fraternidades seglares y los jóvenes JAR.
En la tercera semana, visitó las comunidades de San Joaquín (las Ferias), Suba, Tagaste y la Consolación y se reunió con el Consejo provincial y con la junta directiva y colaboradores de ARCORES Colombia.
Antes de regresar a Roma el 9 de marzo, el Prior general ha dirigido un mensaje de despedida a los miembros de la Provincia de Nuestra Señora de la Candelaria. En él ha agradecido a Dios que le haya permitido conocer a nuevos hermanos y los ministerios de la Provincia en el país, que cuentan en varios casos con muchos años de historia y de una vida profunda.
De igual modo, ha dado las gracias por los detalles que han tenido con él durante su estancia y por la manera en que lo han cuidado y se han preocupado de sus desplazamientos a las distintas comunidades.
Fr. Miguel Ángel Hernández ha manifestado que se lleva una buena idea de la situación de la Provincia Nuestra Señora de la Candelaria en Colombia, y espera que el Señor vuelva a unir sus caminos con los de sus hermanas y hermanos agustinos recoletos y le permita reencontrarse con ellos en estas tierras maravillosas.