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«Quien tiene un amigo tiene un tesoro y quien tiene un amigo que es amigo de Dios tiene una bendición»

El 16 de mayo la Familia agustiniana celebra la fiesta de los santos Alipio y Posidio, amigos de san Agustín. Desde 2021, con un decreto de Fr. Miguel Miró, Prior general en esa etapa, se convirtieron en patronos de las Juventudes agustino recoletas, confiando «que con su ejemplo y su intercesión los jóvenes JAR encuentren en la fe el sentido de su vida y que vivan la amistad, la fraternidad y el servicio a los demás con esperanza y alegría». El compromiso de vida en las JAR son una llamada para que «los jóvenes aprendan a caminar juntos, a compartir sus experiencias en el encuentro con Jesús y a vivir la amistad, la fraternidad y la solidaridad». Para ello, Alipio y Posidio son «ejemplo de vida, fraternidad, amistad y fidelidad al carisma agustiniano y se constituyen en un referente para los jóvenes de nuestro tiempo».

Para la celebración de este año, el Prior general, Fr. Miguel Ángel Hernández, se dirige a los jóvenes JAR con una invitación a vivir con alegría esta fiesta. «A vosotros jóvenes JAR me dirijo para deciros en esta fiesta que Dios os llama también a dejar huellas imborrables en los corazones de vuestros amigos y personas más cercanas, así como las supieron dejar Alipio y Posidio en la vida de Agustín, huellas que apuntan y te llevan a Dios. Huellas que te ayudan a no perderte en las encrucijadas de la vida».

«Quien tiene un amigo tiene un tesoro y quien tiene un amigo que, a su vez, es amigo de Dios, tiene una bendición. Este año en la Orden recordamos que si aspiramos a lo grande debemos comenzar por lo pequeño. Los jóvenes, por naturaleza, estáis llenos de ilusiones, de sueños, de proyectos que en no pocas oportunidades se desvanecen y se disipan como si fueran humo. Y la razón puede estar en que no ponemos bien las bases de la vida, nos llenamos de ensoñaciones y descuidamos las cosas pequeñas. A la cima se llega subiendo un escalón de cada vez. Eso es lo que te propongo: que tu camino lo hagas paso a paso afianzando bien los pies y, a ser posible, acompañado por esos amigos de Dios que te van a ayudar a escalar las cimas del cielo, como Alipio y Posidio ayudaron a Agustín».

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