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Mons. Emiliano Villegas, obispo al servicio de la Prelatura de Chota y Cutervo

El 2 de julio de 2022, Víctor Emiliano Villegas fue nombrado obispo de la Prelatura de Chota-Cutervo (Perú). Su ordenación episcopal, celebrada el 15 de octubre en la plaza de toros de la ciudad, reunió a una multitud que quería compartir la alegría de recibir a su nuevo obispo. Desde entonces, Mons. Emiliano ha dedicado todas sus fuerzas a caminar con el pueblo de Chota en su misión evangelizadora.

En esta entrevista, Mons. Emiliano expresa su deseo de estar a la altura de sus predecesores, quienes, según él, han trabajado arduamente y han labrado el camino que ahora él tiene el honor de continuar. Se muestra sorprendido y conmovido por la fe viva del pueblo de Dios en la prelatura y destaca cómo esta fe contagiosa fortalece la suya propia: el pastor viene a alentarnos en la vivencia de nuestra fe, pero es el pastor el que sale enriquecido y con las baterías cargadas.

La ordenación episcopal de Mons. Emiliano fue un evento lleno de emoción y celebración. La banda tocó, los vecinos y amigos se reuniero en la plaza de toros. La iglesia está viva, comenta el obispo. También subraya la importancia de la comunidad y el sentido de familia que se vive en la prelatura.

Mons. Emiliano también destaca la importancia de la fe comunitaria, no solo como una experiencia individual o familiar, sino como una vivencia compartida con toda la comunidad: la fe no es solo personal, es la fe junto con la de mi hermano, mi vecino, y todos intentamos caminar juntos.

El nuevo obispo de Chota-Cutervo manifiesta su gratitud a Dios por la oportunidad de servir en esta prelatura, un sueño que ha tenido desde que llegó en 2013: ser obispo de esta comunidad es el mejor regalo que he recibido.

La ceremonia contó con la presencia de autoridades locales y fieles de diversas comunidades, que ofrecieron un cálido recibimiento a Mons. Emiliano: doy gracias a Dios por guiarme en este camino y agradezco al Señor por este recibimiento tan especial.

La Prelatura de Chota-Cutervo

La Prelatura de Chota, creada en 1963, incluye las provincias de Chota y Cutervo en la región de Cajamarca. Estas áreas han sido parte de varias diócesis a lo largo del tiempo, comenzando con Lima en 1541, luego Trujillo en 1577, y más tarde, en el siglo XX, Cajamarca y Chiclayo. Las parroquias en estas provincias reflejan la estructura común del Perú, con grandes áreas poco pobladas y una fuerte vida religiosa centrada en festividades y devociones populares. Desde la independencia hasta la década de 1940, la vida religiosa fue atendida por diversas órdenes religiosas, siendo los agustinos recoletos quienes tomaron un papel predominante desde 1940 en adelante.

La creación de la Prelatura de Chota fue impulsada por la Orden de Agustinos Recoletos, quienes ya estaban activos en la región desde las décadas de 1940 y 1945 en Cutervo y Chota, respectivamente. En 1963, la Santa Sede estableció oficialmente la Prelatura con las provincias de Chota y Cutervo, anteriormente parte de la diócesis de Chiclayo. Florentino Armas Lerena fue nombrado el primer prelado, marcando el comienzo de una nueva estructura eclesiástica. La labor pastoral adaptada a los cambios del Concilio Vaticano II y la llegada de sacerdotes jóvenes promovieron una transición hacia una pastoral comunitaria. La devoción al Sagrado Corazón de Jesús se fortaleció, revitalizando la vida cristiana y ampliando la presencia de la Iglesia en la región.

Los obispos de la Prelatura, todos miembros de la Orden de Agustinos Recoletos, han jugado roles cruciales en el desarrollo de la región. Desde Florentino Armas Lerena, que organizó la estructura básica y fomentó las vocaciones, hasta Fortunato Pablo Urcey, que consolidó los esfuerzos pastorales y sociales. La formación de sacerdotes y la promoción de vocaciones han sido claves, con un seminario que ha producido nuevos sacerdotes anualmente desde 1983. Las comunidades religiosas han crecido significativamente, con diversas órdenes contribuyendo a la vida pastoral y social de la región. Laicos también han tenido un papel importante, apoyando la evangelización y formación catequética, reflejando la renovación y el compromiso de la Iglesia con su comunidad.

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