El histórico claustro de San Nicolás de Tolentino, ubicado en el corazón del centro histórico de Bogotá, se prepara para una nueva etapa en su rica trayectoria: transformarse en un Centro de Arte y Cultura al servicio de la comunidad. Gracias a un convenio entre la Orden de los Agustinos Recoletos y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), este emblemático espacio será restaurado y revitalizado con el objetivo de convertirse en un puente cultural entre Colombia y España.
En febrero de 2023, el director de la AECID, Antón Leis, y el Prior Provincial, Fr. José David Niño Gómez, acompañados por la alcaldesa de Bogotá, Claudia López; la viceministra de Asuntos Multilaterales, Laura Gil; la viceministra de Fomento Regional y Patrimonio, Adriana Molano; y el embajador de España en Colombia, Joaquín de Arístegui, firmaron un convenio mediante el cual la Orden cede temporalmente el convento de Nuestra Señora de La Candelaria a la AECID para su rehabilitación y posterior uso como sede del futuro Centro Cultural de España en Bogotá (CCEB).
La rehabilitación de este importante edificio histórico no solo tiene un valor patrimonial, sino que también permitirá su reutilización sostenida al servicio de la sociedad.
El acuerdo, formalizado bajo la modalidad de comodato, permitirá a la AECID restaurar y adaptar los espacios del convento. Este proyecto cuenta con el respaldo del Ministerio de Cultura de Colombia y de la Alcaldía Mayor de Bogotá, que han destacado la importancia de la cooperación cultural promovida por la Embajada de España. La rehabilitación de este importante edificio histórico no solo tiene un valor patrimonial, sino que también permitirá su reutilización sostenida al servicio de la sociedad.
El convento, que comprende el conjunto del Claustro de San Nicolás de Tolentino, ocupa una superficie de 5.400 metros cuadrados divididos en dos claustros de dos pisos cada uno, interconectados entre sí. Su ubicación privilegiada en el centro histórico de Bogotá, junto a importantes centros culturales, universidades, monumentos, ministerios y el Palacio de Nariño, refuerza el potencial del proyecto como motor cultural en la ciudad.
El claustro, a lo largo de los siglos, ha sido un pilar para el desarrollo del barrio más antiguo de Bogotá y un símbolo de la misión evangelizadora y educativa de los agustinos recoletos.
Construido por los Agustinos Recoletos en 1635, el claustro es un testimonio invaluable del legado arquitectónico y espiritual de la Orden. A lo largo de los siglos, ha sido un pilar para el desarrollo del barrio más antiguo de Bogotá y un símbolo de la misión evangelizadora y educativa de los agustinos recoletos. La restauración y apertura del nuevo Centro Cultural de España en Bogotá representa una oportunidad única para renovar ese legado, adaptándolo a los tiempos modernos mientras se preserva la historia que albergan sus muros.
“La restauración de este claustro emblemático fortalecerá la cultura de los colombianos, afianzando aún más los lazos que nos unen con España.”
Fr. José David Niño, Prior Provincial de la Provincia Ntra. Sra. de la Candelaria, subrayó la relevancia de este proyecto tanto para la preservación del patrimonio histórico como para el fortalecimiento de la identidad cultural de los colombianos. “La restauración de este claustro emblemático fortalecerá la cultura de los colombianos, afianzando aún más los lazos que nos unen con España”, afirmó, destacando la importancia del diálogo cultural en el que la Orden ha tenido un papel activo durante siglos.
El 8 de octubre pasado, se firmó el inicio de los estudios y diseños con el consorcio Seminario La Candelaria, y la interventoría con la empresa INCGROUP, resultado de un riguroso proceso de selección entre 18 empresas que participaron.
«Este centro es un compromiso histórico cumplido, un paso más para afianzar los lazos entre dos naciones hermanas.»
El futuro Centro Cultural se proyecta como un espacio moderno y vibrante, dedicado al intercambio artístico y cultural entre Colombia y España. Según el embajador Joaquín de Arístegui, «este centro es un compromiso histórico cumplido, un paso más para afianzar los lazos entre dos naciones hermanas». Para la Orden de los Agustinos Recoletos, la participación en este proyecto no solo es un acto de conservación patrimonial, sino también una expresión de su misión de servicio a la sociedad, facilitando espacios que promuevan el entendimiento y el desarrollo integral de las personas.
El complejo arquitectónico del convento de La Candelaria, que abarca 7.000 metros cuadrados distribuidos en dos claustros conectados, albergará tanto el nuevo centro cultural como la iglesia de Nuestra Señora de La Candelaria, la cual seguirá bajo la gestión de los Agustinos Recoletos para actividades religiosas. Esta coexistencia entre el ámbito cultural y el religioso refleja el compromiso de la Orden con la integración de lo espiritual y lo cultural, promoviendo un entorno donde la historia, el arte y la fe puedan convivir en armonía.
Los Agustinos Recoletos, custodios de este lugar durante siglos, renuevan su compromiso con la comunidad, ofreciendo un espacio donde la cultura y la espiritualidad se encuentran para enriquecer a la sociedad.
La transformación del claustro de San Nicolás de Tolentino en un Centro de Arte y Cultura es un paso decisivo en la revitalización del patrimonio histórico de Bogotá y una invitación a todos los colombianos a redescubrir su historia y a construir juntos nuevos puentes de entendimiento y colaboración. Los Agustinos Recoletos, custodios de este lugar durante siglos, renuevan su compromiso con la comunidad, ofreciendo un espacio donde la cultura y la espiritualidad se encuentran para enriquecer a la sociedad. Con este proyecto, se espera que el claustro se convierta en un vibrante punto de encuentro para artistas, pensadores y la sociedad civil, impulsando la creación de nuevas oportunidades culturales para todos.