En una reciente entrevista en el Seminario Mayor San Agustín Filosofado, Fr. Alonso Restrepo reveló la fascinante historia de los Apiarios La Candelaria. Aunque sus raíces se remontan al Desierto de la Candelaria, esta práctica apícola ha florecido durante décadas en el Seminario de La Linda (Manizales, Colombia). Según explicó, la apicultura comenzó en 1933 con métodos rudimentarios. “En aquel entonces, la miel se extraía de manera artesanal, escurriendo los panales con las manos. Hoy, eso ya no se hace”, relató Fr. Alonso.
La llegada del P. Darío Puerta en 1958 marcó un punto de inflexión para esta tradición. “El P. Darío, un autodidacta apasionado por las abejas, se convirtió en el apicultor más importante de Colombia”, destacó Fr. Alonso. Su impacto fue tan significativo que impartió conferencias en Estados Unidos, Europa e incluso Japón, posicionando la apicultura colombiana en el escenario internacional.
El vínculo entre las abejas y el café
Una de las mayores contribuciones del P. Puerta fue demostrar la importancia de las abejas en el cultivo del café, una relación vital que respaldó junto con la Federación de Cafeteros. “Cada flor de café necesita ser polinizada por una abeja para que el fruto crezca. Esto muestra la relevancia de las colmenas para nuestra región cafetera”, explicó Fr. Alonso, subrayando cómo la polinización influye directamente en la productividad del café, un pilar económico del país.
Producción sostenible y técnicas modernas
En la actualidad, Apiarios La Candelaria cuenta con unas 300 colmenas activas, con una producción anual de entre 8 y 9 toneladas de miel. Aunque estos números distan de las 100 toneladas que se alcanzaron en el apogeo de la apicultura en el seminario, la operación sigue siendo un ejemplo de sostenibilidad y calidad. Gracias a la modernización de los procesos, el uso de centrífugas permite extraer hasta 1.200 kilos de miel en una sola operación. “En ningún momento manipulamos la miel ni la mezclamos con nada. Por eso garantizamos nuestra miel como 100% pura”, aseguró Fr. Alonso, destacando la pureza del producto final.
Una práctica con visión de futuro
A pesar de los desafíos actuales, como la disminución de la flora disponible, Apiarios La Candelaria continúa avanzando. Además de producir miel, el trabajo del seminario incluye la cría de reinas y la formación de núcleos que se trasladan al campo una vez fortalecidos.
“Nuestro compromiso no solo es con la miel, sino también con el equilibrio de nuestro ecosistema. Cada colmena es un pequeño pero poderoso testimonio de nuestro respeto por la naturaleza”.
Este relato no solo narra la evolución de la apicultura en el Seminario de La Linda, sino que también celebra una tradición que combina innovación y sostenibilidad, dejando un dulce legado para futuras generaciones.