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Caminar al paso de Dios: reflexiones desde la VII Asamblea Federal de las Monjas Agustinas Recoletas de México

La VII Asamblea Federal Electiva, celebrada en el Monasterio Santa Mónica (Puebla, México) en septiembre de 2024, dejó un mensaje profundo para las Monjas Agustinas Recoletas: la invitación a redescubrir y renovar su vocación contemplativa. Este acontecimiento eclesial se presentó como un espacio de discernimiento en el que el Espíritu Santo se hizo protagonista, según destacó el Prior general, Fr. Miguel Ángel Hernández Domínguez:

“El Señor, al inicio de esta VII Asamblea Federal, se hace presente y nos muestra también las manos y el costado. Por tanto, hermanas, permitan que el verdadero protagonista de la Asamblea sea el Espíritu Santo; permitan que les hable, les inspire, les sugiera, les impulse a vivir la aventura que Dios tiene preparada para la Orden. Sean valientes, ¡no tengan miedo!”

Este llamado resalta la importancia de abandonar las resistencias humanas y permitir que Dios modele el camino de cada comunidad y monasterio. La valentía que aquí se menciona no implica la ausencia de temor, sino la confianza plena en que los planes divinos siempre superan cualquier expectativa humana. Como también recordó el Prior general:

“Dios hace nuevas las cosas cada día. Acepten que tal vez el pensamiento de Dios no coincide con el suyo y que sus planes puedan ser diferentes de los suyos. Sus caminos siempre serán mejores que los nuestros y su Palabra, mejor que la nuestra.”

La vida contemplativa: un testimonio profético

En el contexto de un mundo desorientado y en búsqueda de significado, la vida contemplativa de las Monjas Agustinas Recoletas adquiere un papel profético. Su misión como intercesoras ante Dios por la humanidad cobra aún más relevancia, como señaló el Papa Francisco:

“Por la oración de intercesión, tenéis un papel fundamental en la vida de la Iglesia. A través de esta oración elevada día y noche, vosotras acercáis al Señor la vida de muchos hermanos y hermanas que, por diversas situaciones, no pueden alcanzarlo para experimentar su misericordia sanadora” (Vultum Dei Quaerere, 16).

Esta misión las desafía a estar atentas a los signos de los tiempos y a ofrecer respuestas actuales a los desafíos presentes, siempre guiadas por el Evangelio, la Regla de san Agustín y las Constituciones. Estas herramientas espirituales actúan como brújulas para vivir fiel y creativamente el carisma de la Recolección Agustiniana.

Comunión en el discernimiento

Además, el espíritu de comunión que permeó la VII Asamblea subraya la necesidad de superar intereses personales y trabajar por el bien común. En palabras del Prior general:

“No estamos celebrando un campeonato ni una competencia de la que deban salir ganadores y perdedores. Una asamblea de monjas no es un ejercicio de tira y afloja, sino un acto de fe en el que todas quieren escuchar la voz de Dios y trabajar por el bien común de la Orden.”

Desde esta perspectiva, las Monjas Agustinas Recoletas son llamadas a caminar juntas, al paso de Dios, impulsadas por la confianza plena en el Sagrado Corazón de Jesús. Que el fuego de su amor consuma las imperfecciones y las fortalezca para ser testigos de su misericordia en el mundo. Así, la vida contemplativa de la Orden continuará siendo un signo visible de la acción transformadora de Dios en la humanidad.

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