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Tres siglos de gracia y misión: el corazón peregrino de las Augustinian Recollect Sisters

En el corazón del Año Jubilar convocado por el Papa Francisco, las Augustinian Recollect Sisters (ARS) han emprendido una peregrinación histórica con motivo del tricentenario de su fundación. Desde Filipinas hasta el Vaticano, pasando por lugares emblemáticos de la espiritualidad agustiniana, esta peregrinación no es solo un viaje físico, sino un auténtico camino del alma que conmemora tres siglos de consagración, misión y comunión.

Fundadas en 1725 por la Madre Genesian y la Madre Cecilia Rosa Talangpas, quienes recibieron el hábito de manos de los Padres Agustinos Recoletos en la iglesia de San Sebastián, Manila, las AR Sisters han mantenido viva una espiritualidad centrada en “una sola alma y un solo corazón dirigidos hacia Dios”, al estilo de san Agustín. La comunidad, que comenzó con humildes raíces en Filipinas, se ha extendido hoy por América, Europa y Oceanía, llevando su carisma a escuelas, casas de retiro y obras sociales.

Un camino de fe compartida

Sr. Mary Ann J. Lumactao, actual Superiora General de la congregación, resume con emoción el sentido de este viaje:

“Queríamos hacer esta peregrinación porque fue una resolución del capítulo general de 2024. Conmemoramos 300 años desde que nuestras fundadoras recibieron la ‘mantelata’ de los padres recoletos. Desde entonces, la comunidad creció y hoy difundimos el carisma y espiritualidad de la Orden de Agustinos Recoletos.”

Con hermanas provenientes de Filipinas, España y Australia, el grupo ha recorrido iglesias jubilares en Roma y lugares significativos para la familia recoleta, culminando con una emotiva visita a la comunidad la Curia general de la Orden, y una audiencia especial con el Cardenal filipino Luis Antonio Tagle.

Para Sr. Mary Ann, este momento es profundamente simbólico:

“Es una oportunidad para estar con los Recoletos, quienes nos han apoyado desde el inicio y nos seguirán apoyando en el futuro. Es tiempo de caminar juntos como peregrinos de esperanza.”

Una historia de pertenencia y misión

Sr. Cleofe Maria Agua comparte cómo esta experiencia en Roma la conecta con las raíces y la proyección misionera de la congregación:

“Es una gran bendición del Señor estar aquí. Durante 300 años, ha sido un milagro de Santa Rita y de los santos recoletos. Es una oportunidad y un reto para ser más santas y más fieles como Augustinian Recollect Sisters.”

Desde su casa madre en el St. Rita College de Manila, las AR Sisters extienden su presencia por toda Filipinas, Australia, Estados Unidos y España, atendiendo escuelas, orfanatos, casas de retiro y otras obras apostólicas.

Sr. Cleofe reafirma un sentimiento que une a toda la familia recoleta:

“Decimos siempre a nuestros alumnos y comunidades que somos de una sola mente y un solo corazón con todos los recoletos del mundo, difundiendo la enseñanza de San Agustín y nuestro pequeño camino.”

Encuentros que transforman el alma

Sr. Maria Aurora Baygan reflexiona con emoción sobre el sentido profundo de esta peregrinación:

“Durante los años de preparación no me impactó tanto, pero ahora, al vivir el tricentenario, me he quedado maravillada. Es algo que no se puede describir con palabras, pero que ha intensificado mi fe y mi vivencia comunitaria.”

Aunque no era su primera visita a Roma, confiesa que algo muy especial ocurrió en el Santuario de Santa Rita en Roccaporena:

“Ayer fue un día inolvidable. El sacerdote que nos guió explicó cada detalle de la vida de Santa Rita. Sentí una conexión muy fuerte entre ella, la congregación y yo. No puedo expresar exactamente con palabras lo que sentí, pero le doy gracias al Señor por esa experiencia.”

Este encuentro con la santa patrona de los imposibles ha renovado su compromiso:

“Prometo de verdad hacer el bien en mi vida como hermana AR. ¡Alabado sea el Señor!”

Una llamada a toda la Familia Agustino Recoleta

Desde la capilla de la Curia General de la Orden, las AR Sisters envían un mensaje claro y esperanzador a toda la familia agustino-recoleta:

“Sigamos el camino juntos. Seamos de un solo corazón y una sola mente, viviendo en comunidad, siguiendo los pasos de Jesús, quien nos llamó desde el principio. Caminemos como peregrinos de esperanza.”

Y como concluye Sr. Cleofe con una sonrisa:

“Aunque estemos lejos de Filipinas, es hermoso saber que formamos parte de esta gran familia recoleta en todos los rincones del mundo. Una sola alma y un solo corazón dirigidos hacia Dios.”

Tres siglos de vida consagrada, y el fuego sigue ardiendo. Las Augustinian Recollect Sisters no solo celebran una historia gloriosa, sino que miran al futuro con paso firme, sabiendo que su vocación sigue siendo signo de esperanza para el mundo. ¿Quién dijo que los caminos de fe no pasan por Roma?

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