El pasado 10 de abril el Prior general, Fr. Miguel Ángel Hernández, llegaba a Santa Fe para continuar su visita de renovación en Argentina. En esta ciudad, corazón de una presencia agustino recoleta llena de historia y vida, se encuentran la Parroquia San José, la escuela primaria Niño Jesús y la escuela secundaria San Ezequiel Moreno.
La tarde del miércoles transcurrió en un ambiente tranquilo y fraterno. Fr. Miguel Ángel compartió momentos de encuentro con la comunidad religiosa local, preparándose espiritualmente para la Eucaristía que se celebró a las 19 horas en el templo parroquial. Con esta misa se dio inicio formal a la visita, marcada desde el primer momento por la cercanía y la alegría compartida.
El jueves comenzó con el rezo de Laudes, estableciendo un tono de oración y comunidad. En sus palabras iniciales, el Prior general animó a todos a vivir este tiempo como “un tiempo de gracia”, una oportunidad para “revitalizar la vida comunitaria y experimentar el paso de Dios en medio de nosotros”.
El primer encuentro del día fue con los alumnos del colegio, quienes, llenos de entusiasmo, recibieron a Fr. Miguel Ángel con cantos y preguntas espontáneas. Más tarde, en un diálogo abierto con el claustro docente, el Prior general escuchó con atención las experiencias y desafíos del equipo educativo. En su encuentro con el equipo directivo, profundizó sobre la misión educativa de las escuelas, destacando la importancia de sembrar el carisma agustiniano en el corazón de cada etapa de la vida.
Durante la tarde, también se reunió con los estudiantes del otro turno escolar, regalándoles palabras de cercanía y aliento. Al caer la tarde, celebró nuevamente la Eucaristía y luego compartió un fecundo espacio con el Consejo de Pastoral Parroquial (CoPaPa), donde se dialogó sobre caminos de renovación y misión en la parroquia.
El viernes 12 fue una jornada intensa, rica en gestos y encuentros significativos. Tras celebrar la misa matutina, Fr. Miguel Ángel compartió el desayuno con los guías del grupo “Río de Vida”, que acompañan a los más jóvenes en su camino de fe. Más tarde, participó de un emotivo encuentro con todos los chicos y chicas de esta etapa formativa.
Uno de los momentos más conmovedores fue la visita al merendero que ARCORES sostiene en un barrio carenciado. Allí, entre la copa de leche y la catequesis, el Prior general pudo ver de cerca la entrega generosa de quienes trabajan por los más pequeños y vulnerables.
La tarde continuó con los grupos JAR (Juventudes Agustino Recoletas) de las etapas Milán y Casiciaco. Primero, Fr. Miguel Ángel se reunió con los guías, y luego con todos los integrantes de estos grupos juveniles. Fue un momento de escucha mutua y celebración del carisma compartido. Más tarde, se encontró con los miembros de ARA (Agustinos Recoletos Adultos), quienes dieron testimonio de cómo el espíritu agustino recoleto se encarna en la vida adulta, ya sea en matrimonios o comunidades de adultos comprometidos.
La jornada cerró con un encuentro fraterno junto al equipo JAR y la Fraternidad Seglar. En un ambiente de comunidad y agradecimiento, se compartieron experiencias y el gozo de ser parte de una gran familia espiritual.
“Han sido tres días intensos y sublimes en Santa Fe. Una verdadera inmersión en el trabajo que se hace desde el carisma agustino recoleto en todas las etapas de la vida”, expresó Fr. Miguel Ángel.
“Este suelo tiene algo especial… no sé si será porque lo pisó el Beato Deogracias Palacios o porque aquí Dios ha querido ‘lucirse’ y dar fecundidad al trabajo de tantos y tantos frailes que pasaron por aquí. Pero que Dios nos ha confiado algo especial, un verdadero regalo, no tengo la menor duda y doy gracias al Señor por ello”.
Finalmente, el domingo 13, con la celebración de la eucaristía del Domingo de Ramos y el rezo de vísperas, se dio clausura a esta visita fraterna. Una visita que ha dejado huellas profundas en la comunidad de Santa Fe y que ha renovado el impulso misionero y espiritual de todos los que participan de la vida agustino recoleta en esta querida tierra.