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Las monjas agustinas recoletas de México se reúnen para profundizar en el acompañamiento vocacional

Del 31 de marzo al 4 de abril de 2025, el Monasterio de la Santísima Trinidad de las monjas agustinas recoletas en Tula, Hidalgo, fue el escenario del Curso de Animadoras Vocacionales, un encuentro clave para renovar el compromiso con la pastoral vocacional dentro de la Federación de México.

El curso fue guiado por los frailes agustinos recoletos Fr. Sergio Sánchez Moreno y Fr. Manuel Antonio Flores G., quienes ofrecieron enseñanzas profundas sobre el acompañamiento vocacional y el carisma de la Orden.

Las hermanas participantes vivieron días de reflexión, formación y comunión fraterna, reafirmando la importancia de su labor como acompañantes en el proceso de discernimiento de los jóvenes.

“El curso me ayudó a recordar que primero debo dejarme acompañar por Dios y por otros, para poder acompañar yo también con coherencia”, compartió la Hna. María del Rosario, de la comunidad de Guadalajara. “Fr. Sergio nos iluminó al hablarnos de la necesidad de reconocer nuestras propias sombras, para poder ser luz para otros”, añadió.

Entre los temas destacados se profundizó en el concepto de pastoral vocacional como una promoción del amor de Dios a través del testimonio de vida. También se enfatizó que la vocación no es una decisión personal sino un don gratuito en el que Dios tiene la iniciativa.

“A quien seguimos es a Jesús, y quien sigue a Jesús no se distrae. Ese es el mejor testimonio que podemos dar”, recalcó Fr. Sergio durante su intervención.

Por su parte, Fr. Manuel Antonio abordó el método IVAR (Itinerario Vocacional Agustino Recoleto) —Arar, Sembrar, Cultivar y Cosechar— brindando a las animadoras herramientas prácticas para el acompañamiento de jóvenes. “Nos recordó que más que buscar resultados inmediatos, debemos confiar en que Dios dará los frutos a su tiempo”, expresó la Hna. Leticia, de la comunidad de Mérida.

“Es un proceso donde el acompañante también es un discípulo en camino”, afirmó.

El encuentro concluyó con una Eucaristía llena de gratitud, en la que las participantes encomendaron a Dios los frutos del curso y su misión como animadoras vocacionales. “Nos llevamos el compromiso de seguir siendo comunidades que atraen por su testimonio de vida, comunidades que hacen visible el amor de Dios”, compartieron en un mensaje conjunto las religiosas.

La Federación de Agustinas Recoletas en México continúa así fortaleciendo su compromiso con la Iglesia, sembrando esperanza en el corazón de la juventud y acompañando, con empatía y entrega, el descubrimiento del llamado de Dios.

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