El pasado 8 de mayo fue elegido Papa León XIV. Pero para los Agustinos Recoletos, Robert Prevost no era un rostro desconocido. En agosto de 2019, durante una visita a los obispos agustinos del Perú, el entonces obispo de Chiclayo compartió una entrevista inédita con nuestra Oficina de Comunicación. Hoy, ese testimonio se convierte en una joya profética, un retrato íntimo del corazón pastoral de quien ahora guía a la Iglesia Universal.
“Soy misionero por gracia de Dios”
Así se presentaba Robert Prevost al inicio de la conversación. La sencillez de sus palabras contrasta con la profundidad de su vida. “Soy agustino, sacerdote desde 1982, y trabajando en Perú desde 1985. Me gusta la aventura, y cuando el Señor llama, uno responde”.
Relata cómo llegó a Chulucanas por invitación de Mons. Juan McNabb para colaborar en la transformación pastoral de una prelatura a diócesis. Desde entonces, su vida ha sido un camino misionero, comunitario, entregado.
“Siempre he creído en la dimensión misionera como algo que define nuestra identidad agustiniana. No es de unos pocos, es de todos los bautizados”.
Un pastor con alma de formador
Durante más de once años, Robert Prevost fue formador de sacerdotes, director de estudios, párroco, profesor y vicario judicial en el Perú. “Aquí uno hace de todo —decía con humor— pero siempre con alegría de servir”.
Reconocía que formar nuevos pastores no era solo transmitir conocimientos, sino enseñar a vivir la comunión, a ser testigos del Evangelio y a construir comunidad. “He recibido muchísimo de la gente. Ser misionero no es dar: es aprender a recibir”.
Evangelizar en un mundo que cambia
Con una mirada lúcida, el ahora Papa hablaba de los desafíos actuales: secularización, relativismo, pobreza espiritual, redes sociales, desarraigo juvenil. Pero no lo hacía con tono pesimista. Todo lo contrario:
“Hay mucha religiosidad viva, mucha apertura. Lo importante es estar preparados para acompañar. La Iglesia tiene que estar en las nuevas fronteras”.
Y afirmaba con convicción que el cambio no lo hacen los planes pastorales, sino los testigos:
“El Evangelio se comunica en la comunidad, en la caridad, en la cercanía. Esa es la misión que compartimos todos”.
Iglesia en salida y corazón agustiniano
Como religioso agustino —y durante 12 años Prior General de la Orden—, Robert Prevost asumió el desafío de encarnar la espiritualidad de san Agustín: vida común, comunión fraterna, búsqueda de Dios y servicio misionero.
“La espiritualidad de la comunión es uno de los grandes aportes que podemos ofrecer a la Iglesia. Y lo viví con fuerza como prior, y ahora como obispo”.
Se mostraba convencido de que la Iglesia necesita más que nunca testigos de unidad, de cercanía, de humildad servicial. Su visión era clara: el futuro es de quienes construyen puentes, no murallas.
Misión digital: evangelizar en las nuevas fronteras
Uno de los pasajes más clarividentes de la entrevista fue su reflexión sobre los nuevos métodos de evangelización. León XIV —entonces Mons. Prevost— hablaba con lucidez sobre la necesidad de que la Iglesia no solo camine con el pueblo, sino que acompañe la fe en un mundo profundamente transformado por la tecnología y la cultura digital.
“Todo eso está llegando aquí también. Entonces, es muy importante que nosotros estemos preparados a acompañar al pueblo de Dios, a seguir viviendo su fe, pero en un mundo que ha cambiado muchísimo y que está cambiando. También con los nuevos métodos, con el uso de la tecnología, en las redes sociales.”
Estas palabras, hoy más vigentes que nunca, muestran un Papa que comprende los desafíos contemporáneos y no teme afrontarlos. Desde la evangelización tradicional hasta las redes sociales, León XIV entendía que la misión es una actitud del corazón:
“El misionero no viene solo para dar. De hecho, recibimos mucho de la gente. Y vivir esta experiencia en comunidad, de construir comunidad, compartiendo todos lo que cada uno tiene.”
Su mirada integradora —heredera de san Agustín y del impulso pastoral del Papa Francisco— nos recuerda que la misión no es de unos pocos enviados, sino de toda la Iglesia, en todas las plataformas y realidades donde el Evangelio puede tocar el corazón humano.
Una entrevista que hoy habla con nueva fuerza
Grabada en 2019, esta conversación parece escrita para hoy. El estilo que muestra en la entrevista coincide con las primeras palabras del Papa León XIV: fe sencilla, amor al pueblo, impulso misionero, comunión fraterna.
Y lo más impactante es que lo que dijo entonces no era un discurso, sino la forma en que vivía. Una vida entregada en las periferias, como pastor, formador, agustino, hermano y servidor.
León XIV, un Papa con rostro cercano
Hoy, este testimonio es una memoria viva del corazón pastoral de quien guiará a la Iglesia Universal. Los Agustinos Recoletos compartimos con gratitud esta entrevista, sabiendo que la espiritualidad agustiniana sigue dando frutos de santidad y servicio.
“El misionero no viene solo a dar. Recibe, se deja transformar, aprende del pueblo de Dios. Esa es la misión de la Iglesia”.