Lucía Lobato acaba de concluir su etapa escolar en el Colegio Agustiniano de Madrid, perteneciente a la red EDUCAR de los Agustinos Recoletos. Como muchos jóvenes, este verano emprendió el viaje a Roma para participar en el Jubileo Juvenil, una experiencia de comunión, esperanza y fe que reunió a miles de jóvenes que peregrinan con el Arzobispado de Madrid.
La encontramos haciendo fila para entrar en la catedral de Turin, la identificamos por el logo de los agustinos recoletos en la camiseta que portaba con orgullo, Lucía compartió las razones que la llevaron a unirse a esta peregrinación:
“He venido para acercarme un poco más a Dios y sentirme más conectada, porque estos últimos meses me he sentido un poco más alejada”.
Sus palabras resuenan con la experiencia de muchos jóvenes que buscan reencontrarse con Dios en etapas clave de su vida.
El valor de la comunidad y la herencia agustino recoleta
El testimonio de Lucía pone de manifiesto que la semilla plantada durante sus años en el colegio sigue viva.
“Siento que he crecido mucho como persona en este colegio y espero que mi vida siga los valores que me ha enseñado”.
Al hablar de su experiencia en el Colegio Agustiniano, la describe como una familia:
“Me he sentido súper unida con todos los compañeros, profesores y sacerdotes. Ha sido una gran familia para mí”.
Ese sentido de pertenencia, tan propio del carisma agustiniano, se proyecta ahora más allá del aula: en la vida, en la fe, en la comunidad.
Una nueva etapa desde el corazón
Aunque acaba de graduarse, Lucía vive este Jubileo como un nuevo comienzo. Para ella, es un momento de transición que le permite mirar al futuro con esperanza, arraigada en lo que ha recibido.
“Espero vivir una buena experiencia, pasármelo bien y sentirme más cerca de Dios”.
En Roma, junto a miles de jóvenes, y al lado de los Agustinos Recoletos, Lucía da testimonio de una juventud inquieta, que busca, que se levanta y vuelve al camino. Una juventud que no quiere soltar la fe que ha recibido, sino avivarla.
El Jubileo Juvenil, una oportunidad para volver al corazón
La historia de Lucía Lobato resume el espíritu del Jubileo de los jóvenes: volver al corazón, encontrarse con Dios y reencontrarse con uno mismo. El Jubileo no es solo un evento, es un impulso. Una chispa que prende en la vida de quienes lo viven con verdad.
Desde los Agustinos Recoletos y la red EDUCAR, celebramos que nuestros alumnos y alumni sigan caminando con los valores agustinianos. Como Lucía, muchos jóvenes descubren que el carisma sigue siendo una brújula, incluso cuando el colegio ya quedó atrás.