Actualidad | Una palabra amiga

Cuaderno del peregrino: Caminar juntos, vivir ligero

El Camino de Santiago no es solo un recorrido. Es una experiencia que transforma. Carla Panadero nos cuenta cómo, paso a paso, los jóvenes de la Red EDUCAR están aprendiendo a vivir con lo esencial y a caminar en comunidad.


Ayer vivimos una de esas etapas que no se olvidan. Caminamos los 22 kilómetros que separan Sarria de Portomarín. Pero lo que hicimos no fue solo andar. Fue caminar juntos.

Y eso cambia todo.

Durante la ruta reímos, charlamos, compartimos historias. Nos detuvimos en un sitio precioso para desayunar, de esos lugares donde el tiempo parece detenerse. Pequeñas cosas que hacen que el Camino tenga sentido. Porque lo importante no es solo llegar, sino cómo llegas y con quién.

El objeto simbólico del día fue la mochila. Y vaya si nos hizo pensar. La mochila representa ese deseo de llevar solo lo imprescindible, de soltar lo que sobra y de avanzar con humildad. A veces cargamos con tanto… ideas, preocupaciones, máscaras. Pero en el Camino, menos es más. Aprendimos que hay que aligerar el alma para poder avanzar.

Por la tarde, nos dimos un buen chapuzón en la piscina. Nos lo habíamos ganado. Y después, una misa preciosa nos invitó a parar, mirar dentro y dar gracias. La jornada terminó con una dinámica en grupo donde pudimos expresar cómo nos habíamos sentido. Escuchar a los demás también es una forma de caminar juntos.

Ya por la noche, los 97 del grupo dormimos en el mismo albergue. Risas, cansancio, mochilas por el suelo. Pero sobre todo, corazones llenos.

Hoy nos espera una nueva etapa. Pero lo vivido ayer no se borra. Es parte de este viaje. Porque cuando caminas con otros, también caminas hacia ti mismo. Y eso, en el fondo, es lo que más necesitamos.

Por Carla Panadero – Colegio Santo Tomás de Villanueva (Granada)