La Escuela Internacional de Formación en Acompañamiento y Liderazgo, impulsada por los Agustinos Recoletos, forma este 2025 su primera generación de graduados. Una propuesta única en la Iglesia que pone el corazón agustiniano al servicio del acompañamiento.
Acompañar desde el corazón
“La Escuela In Imum Cordis nos centra en dos temas fundamentales: el acompañamiento y el liderazgo”, explica Fr. Javier Monroy, consejero general de la Orden. No se trata de formar líderes desde la autoridad, sino desde el servicio:
“Un liderazgo para que los otros crezcan, un liderazgo para evangelizar” .
Inspirados por la espiritualidad agustiniana, los formadores recuerdan que evangelizar es “estar con las personas, hacer camino con ellas, vivir la vida con ellas” . Acompañar significa encarnarse en la realidad, como Cristo, y compartir las alegrías y heridas de quienes buscan a Dios.
Una maestría pionera en la Iglesia y sinodal
La propuesta no tiene precedentes: una formación de dos años que combina teoría, práctica y trabajo personal. Fr. Javier lo resume con claridad:
“El objetivo es formar a la persona del acompañante. Se trata de que todo aquello que yo necesito saber sobre la otra persona, lo voy a trabajar en mí”.
El máster se desarrolla en colaboración con la Universidad Lumen Gentium del Arzobispado Primado de México, lo que garantiza un respaldo académico sólido y un horizonte eclesial amplio.
Los módulos abordan temas como la familia de origen, el crecimiento espiritual y la escucha activa. Cada participante realiza prácticas de acompañamiento y vive un proceso de terapia personal. Es una escuela exigente, pero profundamente transformadora.
Un corazón agustiniano abierto a todos
La Escuela In Imum Cordis no está reservada solo a religiosos: está abierta a párrocos, seminaristas, formadores, religiosas, laicos comprometidos en hospitales o movimientos, e incluso matrimonios que acompañan procesos canónicos. “Nuestra espiritualidad toca el corazón de tantas personas para crecer ellos y ayudar a crecer a otros”.
El acompañamiento, recuerda Fr. Javier, es un don que trasciende a la Orden:
“Todo el mundo puede tomar aspectos de la espiritualidad agustiniana para su propio crecimiento hacia Dios” .
Mirando al futuro
Este año se gradúa la primera generación de acompañantes formados en la Escuela, mientras la segunda sigue en marcha y una tercera comienza en septiembre. La semilla ya ha brotado: una comunidad internacional convencida de que acompañar es evangelizar y de que el liderazgo se ejerce desde la humildad y la cercanía.
En palabras de Fr. Javier Monroy, la Escuela In Imum Cordis es “una oferta que damos a la Iglesia que no existe” . Una apuesta valiente de los Agustinos Recoletos para vivir hoy el carisma de siempre: caminar con el corazón inquieto junto a los demás, en busca de Dios.
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