El Papa Léon XIV volvió a la que fue por muchos años su casa. En el marco del 188º Capítulo General de la Orden de San Agustín, el Papa León XIV se reunió con los religiosos en el Augustinianum, donde compartió un mensaje lleno de esperanza. Los Agustinos Recoletos, como parte de esta gran familia, acogemos sus palabras con gratitud y compromiso
Un encuentro en comunión
“Me siento en casa”, confesó el Papa al iniciar su discurso, subrayando la gracia de vivir un Capítulo General como tiempo de oración, escucha y discernimiento. Retomando la invitación de san Agustín a “no salir fuera, sino volver a uno mismo”, recordó que la interioridad no es huida, sino fuerza para la misión: volver al corazón para salir de nuevo con entusiasmo a anunciar el Evangelio .
Vocaciones y formación: una aventura de amor
Uno de los ejes que el Papa destacó fue la importancia de las vocaciones y la formación inicial. Citando al Obispo de Hipona, dijo:
“Amate ciò che sarete” —“Amad lo que seréis”—, recordando que la vocación no es un traje ya hecho, sino “una aventura de amor con Dios que involucra toda la vida de la persona” .
Amor, estudio y comunidad
El Papa subrayó que el amor, tan central en san Agustín, también debe guiar el estudio y la vida intelectual: generosidad para compartir el conocimiento y humildad para no caer en vanagloria. Al mismo tiempo, animó a vivir la vida comunitaria desde la caridad, citando la Regla:
“Como sois alimentados de una sola despensa, vestíos de un mismo guardarropa” .
Una misión que no se apaga
Desde la primera misión de los agustinos en 1533, el espíritu misionero ha sido un rasgo esencial. El Papa exhortó a no dejarlo extinguirse:
“La misión evangelizadora exige la alegría humilde, la disponibilidad al servicio y la vida compartida con el pueblo al que somos enviados” .
Acoger el mensaje como familia recoleta
Para los Agustinos Recoletos, estas palabras resuenan en sintonía con el mensaje que nuestro Prior General dirigió hace pocos días en la solemnidad de san Agustín: vivir con el corazón abierto a la misión, dejándonos renovar por el Espíritu y caminando como una familia con un solo corazón dirigido hacia Dios.
Un llamado a la oración compartida
Concluyendo su mensaje, el Papa pidió que este Capítulo se viva “con alegría fraterna y un corazón dispuesto a escuchar al Espíritu”. Desde nuestra familia recoleta nos unimos a esta súplica, renovando nuestra fidelidad al carisma y acompañando en oración los trabajos capitulares.