Del 20 al 22 de noviembre, la casa Fraterna Domus, situada en el pueblo de Sacrofano, cerca de Roma, acogió la 102ª Asamblea de la Unión de Superiores Generales (USG). Bajo el lema ¿Cómo ser vida consagrada sinodal y misionera?, cerca de 100 superiores generales, entre ellos el Prior genera de la Orden, Fr. Miguel Ángel Hernández, se reunieron para reflexionar y proyectar juntos el camino de la vida consagrada en la Iglesia.
El evento contó con una agenda enriquecida por intervenciones clave y profundos momentos de diálogo fraterno. Cuatro religiosos y la presidenta de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG), quienes participaron en el reciente Sínodo de la Sinodalidad, compartieron sus experiencias, brindando una perspectiva viva y esperanzadora de este proceso eclesial.
En el segundo día, Mons. Luis Marín, OSA, subsecretario del Sínodo, ofreció una ponencia destacada sobre las relaciones entre los obispos y la vida consagrada, iluminadas por el documento sinodal. Además, Don Francesco Scalzotto, representante del Dicasterio para la Evangelización, presentó la programación del Jubileo 2025, con énfasis en el papel de la vida consagrada en este gran acontecimiento.
El encuentro culminó con las palabras del Cardenal João Braz de Aviz, Prefecto del Dicasterio para la Vida Consagrada, y de Sor Simona Brambilla, secretaria del mismo Dicasterio, quienes profundizaron en la relación entre la vida consagrada y la Iglesia sinodal, destacando los retos y oportunidades que plantea este modelo eclesial.
Durante la asamblea, los participantes trabajaron en grupos lingüísticos siguiendo el método de conversación espiritual, inspirado en el espíritu sinodal. Estos intercambios resultaron ser espacios de profunda riqueza, en los que se propusieron líneas de acción concretas para los próximos dos años, orientadas a fortalecer la dimensión misionera y sinodal de la vida consagrada.
El ambiente fraterno y confiado marcó toda la asamblea, que este año tuvo además un carácter electivo. En este contexto, fueron reelegidos como presidente y vicepresidente de la USG Arturo Sosa, general de los Jesuitas, y Mauro Lepori, general de la Orden Cisterciense. Asimismo, se eligió una nueva ejecutiva que asumirá el liderazgo para llevar adelante las prioridades definidas en la asamblea.
Fr. Miguel Ángel Hernández destacó el valor de estos espacios de comunión: “Es un privilegio poder compartir con tantos hermanos de diversos carismas e historias este camino común de la vida consagrada. Salimos de aquí fortalecidos y con la misión renovada de ser testigos sinodales y misioneros en la Iglesia y el mundo”.
La 102ª Asamblea de la USG deja un camino marcado por la esperanza, el compromiso fraterno y la confianza en que la vida consagrada puede seguir siendo un faro de luz en medio de los desafíos contemporáneos.