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Esperanza y renovación: visita fraterna de la Madre Olivia Hernández a los Monasterios de México

Tras la conclusión de la VII Asamblea Federal, la Madre Olivia Hernández García, Presidenta Federal de la Federación de las Monjas Agustinas Recoletas de México, emprendió una serie de visitas fraternas a los monasterios del país con el propósito de fortalecer los lazos comunitarios, presentar al nuevo Consejo Federal y fomentar la reflexión sobre las determinaciones adoptadas en el reciente encuentro eclesial.

El recorrido, que abarcó 15 comunidades en diversas regiones del país, tuvo como primer destino el monasterio de la Santísima Trinidad en Tula, Hidalgo, del 22 al 28 de octubre de 2024. Allí, además de la visita canónica estipulada por «Cor Orans» (instrucción emitida por la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica ), se aprovechó para dar a conocer las determinaciones de la Asamblea y renovar el Directorio de las Monjas Agustinas Recoletas. “Era necesario compartir y escuchar las inquietudes de las hermanas, especialmente por su reciente integración a la Federación”, comentó la Madre Olivia.

Las siguientes etapas del viaje se dividieron en dos rondas. La primera, del 6 al 14 de noviembre, incluyó monasterios en Tula, Tepeyahualco, Puebla, Cuantinchán, Tlaxcala, Ciudad de México y Papalotla. La segunda, del 3 al 16 de diciembre, abarcó Ciudad Manuel Doblado, Guanajuato, Morelia, Cuernavaca, Lomas de Tecamachalco, Jalpán de Serra, Ahuacatlán de Jesús y Macuxtepetla, Hidalgo. Para las comunidades internacionales de Brasil, Costa Rica, Colombia y Kenia, se organizó una reunión virtual el 5 de noviembre.

Espacios de diálogo y esperanza

En cada encuentro, la Madre Olivia expresó su agradecimiento por las oraciones de las comunidades, destacando que “gracias a ellas, el Espíritu Santo se hizo presente con su gracia y luz, permitiendo a las asambleístas elaborar las determinaciones que ahora compartimos”. La dinámica de las reuniones favoreció el diálogo, con explicaciones claras de cada determinación y espacios para preguntas y comentarios.

La Presidenta Federal subrayó el compromiso con la implementación de las decisiones tomadas, asignando responsables y plazos específicos para garantizar su cumplimiento. También se leyó el mensaje de la Asamblea Federal, enriquecido con la homilía del Padre General, Fr. Miguel Ángel Hernández Domínguez, OAR, durante la Eucaristía de apertura.

Reflexiones y desafíos de la vida contemplativa

La experiencia fue profundamente enriquecedora para la Madre Olivia, quien destacó “las obras maravillosas que el Señor realiza en cada hermana” y la importancia de construir comunidades que reflejen el amor y la misericordia de Dios. Su reflexión sobre una biznaga encontrada en el monasterio de Jalpán de Serra capturó la esencia de la vida contemplativa:

“Como la biznaga, nuestra vida puede parecer austera y solitaria, pero en su interior guarda una riqueza invaluable. Aunque crezca lentamente y no sea fácilmente accesible, su valor radica en su capacidad de dar vida y esperanza”.

En un contexto de desafíos para las vocaciones religiosas, la Madre Olivia instó a mantener abiertas “las puertas del corazón” y trabajar en la calidad de la vida comunitaria para atraer a jóvenes dispuestas a vivir una fe comprometida. Este mensaje cobra especial relevancia de cara al Año Jubilar 2025, que se perfila como un tiempo de gracia y renovación para toda la Federación.

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