¡Feliz Navidad!
En el silencio de la noche, Dios se hace Niño en Belén.
Esta noche, al mirar al cielo, fijaos cómo brilla la estrella de la esperanza.
Amanece la Eternidad.
Contemplemos con alegría aquí, en nuestra tierra, al Niño en el portal.
Junto a él están María y José. Unos pastores se acercan con alegría y le besan con fe.
Este Niño es un beso de justicia y paz para toda la Humanidad.
Abramos hoy al Niño que llama en el interior de nuestro corazón.
Se hace presente en las familias y en nuestro trabajo de cada día.
El mismo Dios se hace vida en nuestras vidas;
el amor se hace servicio, don, oración y alegría.
Sintamos palpitar el corazón del pobre
y toquemos el dolor de tantas guerras…
Abramos hoy nuestro corazón: Dios es Amor.
Construyamos juntos la paz.
¡Los agustinos recoletos les deseamos a ustedes y a sus familias una feliz Navidad!