Por su vida personal, por su influjo en la vida de san Agustín y por sus posibilidades simbólicas santa Mónica merece un puesto de honor en el santoral cristiano. Su determinación, su entereza de ánimo, su inteligencia, su amor materno y su fidelidad a la Iglesia resultaron decisivas en la conversión religiosa de su hijo, uno de los mayores padres de la Iglesia y figura cimera de la cultura occidental.
Año de documento: 2008.
Autor: Martínez Cuesta, Á.
ESPAÑA