El pasado 5Ā de agosto, dĆa de las primeras vĆsperas de la fiesta de la Transfiguración, en la casa de formación de Monteagudo (Navarra), dos jóvenes novicios agustinos recoletos, Pedro Luis Marte, de RepĆŗblica Dominicana, y Alejandro Juan VĆ”squez de Guatemala, ambos de la Provincia de Ntra. Sra. de la Consolación, realizaron su profesión simple.
Decididos a Consagrar sus vidas a Dios y a la Orden de Agustinos Recoletos, conscientes de que es Dios quien les ha llamado y que quiere mostrarles su gloria, Juan y Pedro se disponĆan a celebrar asĆ sus votos simples. Quieren amar, servir y vivir en castidad , pobreza y obediencia sabiendo que no es fĆ”cil, pero poniendo su confianza en el SeƱor.
La celebración estuvo presidida por el prior general de la Orden, Miguel Miró Miró, quien dió gracias a Dios porque sigue llamando jóvenes a anunciar al evangelio y destacando la vitalidad de la orden, y la acción del espĆritu que sigue moviendo a la Orden a seguir a JesĆŗs mĆ”s de cerca.
Recordando las palabras de nuestro San AgustĆn en su comentario al Evangelio de la Transfiguración (sermón 78), Fr. Miguel los exhorto a descender. Subir al monte supuso dejar atrĆ”s muchas cosas, para poder verlas desde otra perspectiva. Subir implica esfuerzo pero tambiĆ©n es encuentro con el SeƱor, que nos dice Ā«este es mi hijo el amado, escuchadleĀ». Es abrir el corazón, para recibir la fuerza del espĆritu. Ahora es tiempo de descender, no podemos seguir siempre en el noviciado, ahora hay que descender no a buscar lo propio, sino lo comĆŗn. Como nos dijo el papa Francisco es tiempo de ser creadores de comunión en cualquier sitio donde nos toque estar.