El Prior General ha designado a Jairo Gordillo, Noé Servín, Ismael Xuruc y Joel Naranja para que inicien la primera misión en la parroquia de Antilla, en la diócesis de Holguín. Se espera que se incorporen en febrero. La nueva comunidad será internacional e interprovincial
La nueva misión de los Agustinos Recoletos en Cuba comienza a tomar forma. Después de que el Consejo General haya analizado el ofrecimiento manifestado por religiosos de diferentes procedencias para encabezar la nueva fundación en Antilla, el prior general de la Orden, Miguel Miró, ha designado a los cuatro integrantes de la primera comunidad que se establecerá en Cuba.
Jairo Gordillo, Noé Servín, Ismael Xuruc y Joel Naranja han sido los designados por el prior general para la nueva misión en la diócesis de Holguín. Los cuatro, que proceden de Colombia, Costa Rica, Guatemala y Filipinas, formarán una comunidad internacional e interprovincial, ya que provienen de provincias distintas.
La comunidad de Agustinos Recoletos en Cuba no pertenecerá a ninguna provincia sino que dependerá directamente del prior general. La labor de los cuatro religiosos consistirá inicialmente en atender la parroquia de Antilla y la labor pastoral en las zonas pastorales de Báguanos y Tacajó, todo ello en la diócesis de Holguín.
En la carta en la que ha anunciado la decisión, Miguel Miró ha alabado el ofrecimiento de Jairo, Noé, Ismael y Joel a formar parte de la nueva misión de Cuba: “Admiro su disponibilidad y su testimonio; me conmovió la alegría que todos expresaros cuando les llamé”.
El prior general hizo una llamada a toda la Orden pidiendo voluntarios que quisieran constituir la nueva comunidad de Agustinos Recoletos en Cuba. La carta fue remitida el 19 de agosto, festividad de San Ezequiel Moreno. “Necesitamos decisiones audaces que hagan creíble nuestra pobreza, nuestra vida fraterna y nuestra experiencia misionera”, decía la misiva.
La respuesta, según asegura el General, ha sido significativa –en total 23 religiosos se han ofrecido– aunque ha aclarado que no todos pueden ir a Cuba, “por el cargo o servicio que prestan en este momento o por la situación del ministerio en que se encuentran”.
Se podrían incorporar en febrero
Miró afirma además que los trámites para la fundación y llegada de los Agustinos Recoletos a Cuba ya están en marcha. Una vez que se complete este proceso, el prior general espera que “a primeros de febrero” puedan estar ya en Antilla los cuatro integrantes de la comunidad.
El perfil de los miembros de la nueva misión de los Agustinos Recoletos es concreto y directo. “Deben estar dispuestos –decía la carta de Miguel Miró- a vivir la pobreza en un país empobrecido; dispuestos a vivir según el Proyecto de vida y misión: en comunidad y elaborando los proyectos en común, compartiendo su misión con otras congregaciones y con los laicos, en comunión con la diócesis y con sus planes pastorales. Los hermanos de esta comunidad necesitarán oración, sabiduría y creatividad para anunciar el Evangelio a los que no han oído hablar de Cristo o viven alejados de la Iglesia”.
El prior general concluye pidiendo que en esta nueva etapa “el Señor les infunda su Espíritu para que anuncien el Evangelio con alegría y sean creadores de comunión”.
Los testimonios
La carta también incluye extractos de las cartas de ofrecimiento que han remitido los cuatro voluntarios y que, según Miró, “manifiestan que el Espíritu sigue moviendo los corazones”.
“Ofrezco mi disposición para la empresa a la que el Espíritu nos quiere llevar. Soy consciente de los grandes sacrificios que requiere esta misión: testimonio auténtico de vida agustino recoleta, variadas renuncias y una gran disposición de ánimo”.
“Siempre tengo viva la pasión por este tipo de misión, porque es algo que lo llevo por dentro. Además, recuerdo cómo fue la evangelización en mi lugar de origen y eso hace crecer más el deseo de comenzar esta misión junto con otros hermanos, con la ayuda y la gracia del Espíritu Santo”.
“Para hacer un discernimiento, me puse en situación, como si estuviera en Cuba. Para esto me ayudó una charla que tuve hace poco con una religiosa que fue a fundar a Cuba con su congregación. Me imaginaba sin las cosas que tengo acá y en mi corazón… sentí alegría y paz. Creo que el Señor me pide que me ofrezca generosamente para la nueva fundación en Cuba”.
“He reflexionado durante los ejercicios espirituales sobre todas las cualidades descritas en el protocolo que deben tener los hermanos que se presenten voluntarios. He de confesar con sinceridad que me faltan muchas de esas cualidades, sólo cuento con mi buena voluntad y la confianza en Dios, que a nadie desasiste; por ello me atrevo a ponerme a su disposición como posible candidato a formar parte de dicha comunidad”.
“Al recibir tu llamada para la misión de Cuba, quiero decirte, después de un tiempo de meditación y oración, que puedes contar conmigo, que me ofrezco voluntario para dicha misión. Pongo mi confianza en el Señor como lo he hecho siempre, para que se haga su voluntad en mi vida y que donde quiera que me envíe, sea un agustino recoleto digno de Él”.