La generosidad que caracteriza al pueblo de México se hizo evidente en la unidad generada para la recepción de los ponentes y las familias que llegaron de todo el mundo: movimientos laicales en favor de la familia y organizaciones de la sociedad civil sumaron fuerzas para coordinar la realización del Encuentro y recibir a los peregrinos nacionales y extranjeros.
El VI Encuentro Mundial de las Familias se dividió en tres partes: el Congreso Internacional Teológico-Pastoral, de miércoles a viernes, en la Expo Bancomer; el encuentro festivo, el sábado, en la Basílica de Guadalupe, y finalmente, la misa solemne, el domingo, también en la Basílica de Guadalupe, donde se presentó el mensaje en vídeo de Su Santidad, el Papa Benedicto XVI.
Entre los obispos hallamos a monseñor Carlos Briseño, agustino recoleto, obispo auxiliar de la archidiócesis de México, muy atento a las conferencias. (Foto: Jorge Mena) Obispo Agustino Recoleto
En el Congreso Teológico Pastoral, al que llegaron más de 30 cardenales y 200 obispos, con pluma y papel a la mano, grabadoras y cámaras de vídeo y foto fija, laicos y clérigos tomaron notas, apuntes e imágenes para recordar, celebrar y vivir los incontables conceptos y declaraciones que como una cascada de agua fresca, a veces suave y a veces dura, fueron cayendo en el interior del alma dispuesta a recibir para llevar a casa y compartir entre su gente el tesoro del conocimiento que escampa los nubarrones de la ignorancia y el error para permitir que crezca el amor. Entre los obispos hallamos a monseñor Carlos Briseño, agustino recoleto, obispo auxiliar de la archidiócesis de México, muy atento a las conferencias.
En el espacio dispuesto para 132 stands, asociaciones religiosas, movimientos laicales, editoriales y organizaciones civiles ofrecieron herramientas para fortalecer a la familia: libros, vídeos, materiales didácticos, juegos de mesa, e incluso ropa con leyendas grabadas a favor de la vida, el matrimonio y la familia.
Congreso de Teología
Mientras diez mil personas entraron al Congreso Teológico Pastoral. Los que se quedaron en la sala de exposiciones pudieron escuchar durante tres días una serie de pláticas sobre temas relacionados con la familia: violencia e inseguridad; la familia, cuna de vida y amor; la familia y la Virgen de Guadalupe; noviazgo y ¿qué tanto es tantito?; moderación y exceso en el consumo del alcohol, entre otros. Los niños pudieron disfrutar entre tanto de los juegos que se colocaron para ellos en un espacio lúdico junto al gigantesco iglú de conferencias en la misma área de exposiciones.
En los espacios programados para el canto y la música, participaron artistas mexicanos de fama internacional como Emmanuel y Pedro Fernández, lo mismo que estudiantinas, mariachis y grupos corales.
Actor de telenovelas
A los jóvenes les sorprendió especialmente, el testimonio de Eduardo Verastegui, un actor mexicano que en el acto confesó haber llevado una existencia muy relajada y de falta de respeto a las mujeres y a la familia, hasta que al fin, gracias a Dios, tuvo una experiencia que le hizo meter orden en los valores. Declaró abiertamente que Dios es lo primero en su vida, que guarda abstinencia desde hace siete años, y que no va a tener ni una sola relación sexual hasta que se case. Ante la sorpresa de chicos y chicas que le lanzaban vivas a todo pulmón, Verastegui aseguró que de ser casto nadie se muere, y anunció que ahora sólo hace películas que favorezcan la defensa de la vida, el respeto a la mujer y la unidad familiar. “Ya no quiero hacer nada que ofenda a Dios y a la familia”. El productor y actor de la película Bella dijo que próximamente habrá otra película suya en la que representará al apóstol Pedro.
En la sesión conclusiva, se escuchó una fuerte advertencia: “La familia aporta más que la suma de individuos”, así lo expresó Tarcisio Bertone, secretario de Estado del Vaticano, dijo que vino en nombre del Santo Padre para confirmar la antropología natural y, al mismo tiempo, la revelación de Dios a los hombres sobre la familia y el matrimonio según el proyecto primordial creativo de Dios.
Con gran emoción se recibió el mensaje del Papa Benedicto XVI. (Foto: Jorge Mena) Benedicto XVI
Con gran emoción se recibió el mensaje del Papa Benedicto XVI: “La familia, fundada en el matrimonio indisoluble entre un hombre y una mujer expresa esta dimensión relacional, filial y comunitaria, y es el ámbito donde el hombre puede nacer con dignidad, crecer y desarrollarse de un modo integral”. El Papa expresó su cercanía y aseguró su oración por las familias que dan testimonio de fidelidad en circunstancias especialmente arduas. “Pienso en las familias que sufren por la pobreza, la enfermedad, la marginación o la migración. Y especialmente en las familias cristianas que son perseguidas a causa de su fe. El Papa está muy cerca de ustedes y les acompaña en su esfuerzo cada día”.
Durante la Eucaristía conclusiva, decenas de esposos y esposas manifestaron su compromiso matrimonial. Este momento también fue muy emocionante, porque además toda la ceremonia, presidida por Tarcisio Bertone, se llevó a cabo en español, inglés, italiano, árabe, portugués, alemán y francés, entre otros idiomas.
Conclusiones
– Que la familia es lo más importante.
– Que el amor entre hombre y mujer, cuando es verdadero, siempre es fecundo.
– Que los hijos se hacen personas cuando crecen en familia porque en ella se saben bienvenidos y aprehenden los valores para la sana convivencia humana.
– Que al mundo no le falta dinero, sino la creatividad que emana del amor en familia.
– Que la pobreza de las naciones aumenta en la medida de la ruptura de sus familias.
– Que el divorcio puede ser silencioso aunque no se ejecute y que el desamor también daña.
– Que los hijos necesitan crecer junto a sus madres para ser personas pacíficas.
– Que las instituciones públicas y privadas deben revisar actividades y leyes para ver si con ellas fortalecen o debilitan a la familia.
– Que los niños y jóvenes fracasan en proyectos académicos y laborales cuando no han crecido en familia, donde padre y madre permanecen unidos en el amor.
– Que la familia no es sólo un bien religioso, sino un bien social que genera capital humano saludable y feliz para el desarrollo de todos los pueblos.
– Que la familia es fruto del amor entre hombre y mujer y que las relaciones homosexuales son otra forma de convivencia no equiparable a la familia.
– Que la diversidad de familias deriva de vínculos adquiridos a partir del nacimiento de seres humanos, fruto siempre, de una relación entre hombre y mujer.
– Que hay familias donde viven abuelos con los nietos, o madres con los hijos, o hijos con el padre, o tíos y sobrinos, y que esta variedad muestra partes de lo que sería la familia extensa y formas de parentesco que dan identidad a la persona humana.
– Que los padres tienen derecho de velar por la educación de sus hijos, elegir el sistema de enseñanza y hasta participar en el diseño de la misma.
– Que las políticas públicas deben favorecer la equidad entre el tiempo de trabajo y tiempo de familia, de modo que padres y madres puedan atender a sus hijos en momentos de enfermedad y acompañarles en asuntos escolares.
– Que los padres y abuelos son quienes transmiten en forma natural los valores a las nuevas generaciones y que, en esta tarea, ninguna otra institución humana puede suplirlos.
– Que ni la suma de muchas buenas voluntades puede llenar el vacío que deja, no sólo en los hijos, sino en la sociedad humana, el abandono del padre, la madre o ambos.
– Que la parroquia debe ser espacio de encuentro para el fortalecimiento familiar.
– Que la escala de valores será la que determine los pensamientos y la conducta del ser humano y que sin una adecuada estructura se da como consecuencia el vacío existencial.
Estas y muchas más fueron las declaraciones, advertencias y propuestas vertidas en el VI Encuentro Mundial de las Familias celebrado en México. El siguiente, que será el séptimo, se llevará a cabo en Milán, Italia, en el año 2012 con el tema “La familia, el trabajo y la fiesta”.