Pensamiento del Apr 19

Cuando evoco en mi alma un arco bello, de graciosa curvatura, que vi, por ejemplo, en Cartago, tengo ante mí un objeto que entró en mi mente por los sentidos corporales y se grabó en la memoria, y ahora lo reproduzco imaginariamente. Pero es muy distinta la norma que veo y por la que el arco me gusta, pues, si no me agradase yo mismo podría corregirlo. Es claro, pues, que juzgamos de las representaciones según una norma de verdad eterna que intuimos con la mirada de la razón.

De Trinitate IX, 6, 11.


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