Sermo 88,6
Pensamiento del Nov 17
Cuando tenía sano el corazón de la conciencia pura, gozábase con la presencia de Dios; mas desde que quedó herido su ojo por el pecado, comenzó a esquivar la luz de Dios, se refugió en las sombras y en el ramaje denso de los árboles, fugitivo de la verdad, sumido en tiniebla.