In Ioannis Evangelium Tractatus XLI, 4
Pensamiento del Jan 29
¿Adónde huye el esclavo del pecado? Dondequiera que huya, se lleva a sí mismo consigo. La conciencia mala no puede huir de sí misma, no hay a dónde ir, a todas partes le sigue; o, más bien, no se aparta de sí, porque el pecado cometido está dentro.