Pensamiento del Mar 27

Un fulano cayó en un pozo donde el agua era bastante para que flotase sin morir ni ahogarle, no impidiéndole hablar, y acercósele otro y, al verlo, le dijo con admiración: «¿Cómo has caído aquí?» Y el otro le respondió: «Por favor, mira a ver si puedes sacarme de aquí y no me vengas con preguntas sobre cómo he caído».

Epistula 167,2


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