La presentación tuvo lugar en el salón Santa Ana, con la presencia del administrador apostólico de la arquidióceis de los Altos Quetzaltenango-Totonicapán, Gonzalo de Villa, el obispo de Jalapa, Julio Cabrera, y el agustino recoleto Max Ozuna, párroco de San Miguel Arcángel en Totonicapán.
“Hoy es un día muy especial, me siento muy emocionado de estar con ustedes, porque esta parroquia desde hace muchos años ha seguido con mucho interés la traducción de la Biblia, especialmente cuando se tradujo el Nuevo Testamento al quiché. Además, de esta parroquia el equipo de traductores recibió un apoyo muy significativo”, dijo al inicio monseñor Cabrera. “Todo el pueblo que habla quiché ha sido bendecido por Dios, porque se ha formado un equipo muy bueno para realizar este difícil trabajo. De manera especial el padre Bernard Gosse, profundo conocedor de la Biblia, especialista en Sagrada Escritura, que desde hace 24 años trabajó en la traducción. Junto a él también la licenciada Isabel Sucuquí Mejía, que tiene un conocimiento profundo del idioma quiché”, apuntó el obispo de Jalapa.
El equipo se completó con los catequistas de San Andrés Sajcabajá, San Antonio Ilotenango, Santa Cruz del Quiché, Santa Lucia la Reforma, Santa María Chiquimula, Chichicastenango, Nahuala, Totonicapán y Zacualpa.
Hermano General de la Orden
Eusebio García, hermano mayor de la Orden de Agustinos Recoletos y sacristán de la cocatedral de San Miguel Arcángel ha sido uno de los miembros más destacados del grupo de catequistas que ha colaborado en esta importante traducción. “Es un momento histórico en esta parroquia presentar la Palabra de Dios en idioma quiché, donde la mayoría de la población habla quiché”, dijo monseñor Gonzalo de Villa. El padre Gosse comentó que los evangelios de san Marcos y san Lucas, fueron los que más atención necesitaron, porque algunos textos de esos evangelios eran de difícil traducción al quiché. También agradeció a todos los que apoyaron el trabajo que se inició el 29 de octubre de 1989.