El religioso indio Ken James realizó este domingo la profesión solemne de sus votos como agustino recoleto en Granada. Hace años decidió ser agustino recoleto, pese a que la Orden no tiene presencia en India.
En la historia de Ken James, Dios está presente desde el principio hasta el final. Nacido en India, hijo de una una familia católica de rito syro-malabar, pronto comenzó a entender que «existe un Dios cercano y humilde que entiende, acoge y ama a cada uno». Sus amigos, que cuando eran niños sentían lo mismo que él, cambiaron de idea, «pero por la gracia de Dios yo seguía sintiendo en mi interior, algo que me atraía mucho y me impulsaba a entregar mi vida a Dios», según recuerda. De forma aleatoria decidió realizar el camino vocacional con los Agustinos Recoletos, que no tienen ninguna presencia en India. ¿Por qué? «Dios hace milagros con las cosas y decisiones sencillas».
Varios años después de aquella decisión, el domingo 5 de julio Ken James hizo la profesión solemne de sus votos como agustino recoleto en la Parroquia Santo Tomás de Villanueva de Granada (España). Siguiendo las medidas de prevención para evitar el contagio de coronavirus, el religioso dijo sí de forma definitiva a Dios, el mismo Dios cercano y humilde cuando era joven. El joven indio leyó la fórmula de la profesión solemne acompañado por el Prior provincial de la Provincia Santo Tomás de Villanueva, Miguel Ángel Hernández, que presidió la eucaristía.
El aforo del templo se completó y varias decenas de personas tuvo que seguir la celebración desde el exterior. Muchos jóvenes de las Juventudes Agustino Recoletos de Granada acompañaron al religioso. El avance de la pandemia en India ha provocado el cierre de fronteras, por lo que su familia no pudo estar junto a él en este día tan importante para su vida, aunque pudieron seguirlo en directo a través de las redes sociales. Solo su hermano, llegado de Alemania, estuvo presente en la profesión solemne.
«Le he pedido especialmente a Dios por el don de la fidelidad»
Especialmente emocionante para el religioso fueron las palabras de Miguel Ángel Hernández, quien le ha acompañado desde su etapa del noviciado hasta el teologado en Monachil. «Fue una alegría confirmar mi vocación en la Orden con el prior provincial». Ken afirma que Miguel Ángel Hernández le conoce muy bien. En su homilía, el superior provincial le indicó que «Dios no le ha llamado por sus cualidades sino por quien es».
Para el religioso indio, la profesión solemne «fue un momento muy importante». En este sentido, recordó el Evangelio de este domingo: «Dios se revela a la gente sencilla». «Le he pedido especialmente a Dios por el don de la fidelidad; el rito de la profesión solemne es muy bonito, pero vivir fielmente es complicado», dice.
Un libro-albúm y una decisión
Con quince años, Ken empezó a coleccionar folletos y cartas de propaganda vocacional de diferentes congregaciones y órdenes religiosas. «Era como un juego entre mis amigos porque éramos cuatro con este mismo sueño», rememora. Los cuatro amigos empezaron a coleccionar las propagandas en un libro «a la vez que soñábamos con hacer parte un día de alguna de esas congregaciones».
No conocía mucho sobre la vida religiosa, así que un día hojeando las páginas del libro-álbum se detuvo en una propaganda vocacional de los Agustinos Recoletos y conectó con el promotor vocacional. Fue así como comenzó un año de discernimiento para ingresar en la Orden. «Es verdad que ha sido un poquito difícil la decisión de venir a España, conocer otra cultura, otra manera de pensar otra lengua etc. pero como suelen decir ‘el Dios que nos llama, nos capacita para responder'».