Beato Juan de Rieti, religioso

Juan (Porchiano de Amelia, Terni, hacia el 1299 – Rieti 1316) es ejemplo de una madurez espiritual lograda en poco tiempo y en la más temprana juventud. Murió recién profeso cuando apenas contaba 17 años.

«Juan era sencillo, humilde y, siempre alegre, seguía la vida común. En la comida y en la bebida y en otras cosas de la vida común era irreprensiblemente social […] Sirvió con amor y caridad a todos los hermanos. Jamás salió de su boca una palabra ni se vio en él gesto contrario al amor fraterno. Solía retirarse a la soledad de la huerta conventual. Al regresar, varias veces se le vio con lágrimas en los ojos. Una vez, a una pregunta por el motivo de su llanto, respondió: «veo que las plantas, los pajaritos y la tierra toda con sus frutos obedecen a Dios, y, sin embargo, los hombres violan los mandamientos de su creador»» (Jordán de Sajonia, Vitasfratrum, pp. 105-106).

Sus restos reposan en la iglesia de san Agustín de Rieti. Su culto fue confirmado en 1832 por el papa Gregorio XVI.

X