Pensamiento del Feb 10

Dícele mi fe, la que encendisteis en la noche ante mis pasos: ¿Por qué estás triste, alma mía? ¿Y por qué me conturbas? Espera en el Señor; lámpara de mis pies es su palabra. Espera y aguanta hasta que pase la noche, madre de los malvados; hasta que pase la ira del Señor, hasta que amanezca el día y aleje las sombras.

Confessiones XIII, 14,15


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