De Trinitate XII, 1,1.
Pensamiento del May 11
Como el cuerpo se mantiene erguido hacia los cuerpos más excelsos, es decir, los del cielo, así el alma, que es sustancia espiritual, ha de erguirse a las cosas más excelentes en el orden espiritual; no con altivez de soberbia, sino con la piedad de la justicia.