De Civitate Dei XXII, 24, 4.
Pensamiento del May 24
Luego si no hay ningún miembro, por lo menos en estos que se ven —de lo que nadie duda—, que no esté adaptado para algún servicio y que, al mismo tiempo, no sea de ornato, y, habiendo algunos que sólo sirven de ornato, sin servicio utilitario, fácilmente deduzco que en la fábrica del cuerpo humano antepuso el autor la hermosura a la necesidad. Porque, en efecto, pasará el tiempo de la necesidad, y ha de venir el del disfrute de la sola hermosura sin ningún género de malicia.