Los agustinos recoletos llegaron a la Diócesis de Holguín el 17 de febrero de 2018. Desde el primer momento se configuró como una comunidad interprovincial e internacional por la que ya han pasado varios grupos de religiosos. La actual comunidad está compuesta por Fr. Joseph Shonibare (Inglaterra), Fr. Julián Vallejos (Perú), Fr. Marco Marte (República Dominicana) y la reciente incorporación de Fr. Jhoben Rodríguez, un joven sacerdote filipino procedente de la misión de Indonesia.
«Como agustino recoleto, puedo afirmar que, de entre todas las misiones que tiene la Orden, esta es la más dura en muchos aspectos». Son palabras de Fr. Ismael Xuruc, consejero general responsable del apostolado misional en la Orden.
«Puedo afirmar que, de entre todas las misiones que tiene la Orden, esta es la más dura en muchos aspectos». (Fr. Ismael Xuruc)
La integración de Fr. Jhoben fue rápida. Al día siguiente de su llegada, visitó las parroquias de Báguanos y Tacajó, donde fue recibido con gran entusiasmo por los feligreses. Durante estos encuentros, Jhoben expresó que sentía «mucha alegría por estar entre ellos y su compromiso de servir junto a sus nuevos hermanos de comunidad». Fr. Jhoben Ha tomado el relevo de Fr. Keneth Pahamutang, quien a inicios de diciembre del 2023 regresó a Filipinas para continuar con su misión en su provincia de origen.
El trabajo pastoral de los religiosos en Cuba es muy intenso, las distancias entre los diversos ministerios es grande y las dificultades de movilidad siempre hacen más complejos los desplazamientos para la atención de los ministerios parroquiales. Monseñor Emilio Aranguren, obispo de esta diócesis y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, señala que «la Iglesia en Cuba vive un martirio incruento». Y Fr. Ismael Xuruc añade: «muchas veces, los laicos, muy a su pesar, deben dejar de congregarse en sus comunidades, o de asistir a una formación o encuentro, ya que deben aprovechar las únicas oportunidades que surgen para atender o «resolver» algunas de sus necesidades. Esta dinámica del día a día, que persiste desde hace más de 60 años, ha impactado la antropología del cubano. Aún así, tengo que decir que han sabido mantener su fe y esperanza, y se sienten acompañados por Dios. Por eso, cuando alguien de fuera va para quedarse y estar con ellos, se llenan de alegría y gratitud. Esa es la misión fundamental de los agustinos recoletos en las parroquias que atienden.»
«Cuando alguien de fuera va para quedarse y estar con ellos, se llenan de alegría y gratitud. Esa es la misión fundamental de los agustinos recoletos en las parroquias que atienden.» (Fr. Ismael Xuruc)
Fr. Jhoben, la nueva incorporación a la misión de Cuba, aceptó con entusiasmo el desafío de trasladarse a Cuba, motivado por una profunda pasión por la misión, tras recibir la propuesta del Prior General y su Provincial. Para prepararse para su nuevo destino, pasó tres meses en Colombia estudiando el idioma español. Su llegada a Cuba marca un hito importante, ya que es el tercer filipino en unirse a esta misión en los últimos años. Para la Provincia San Ezequiel Moreno, la presencia en Cuba es muy significativa, especialmente tras la experiencia vivida por Fr. Joel Naranja, quien dedicó su vida a esta misión y falleció el 8 de agosto de 2021 debido a la Covid-19.
La Iglesia en Cuba, a pesar de las dificultades, sociales, es viva y organizada, los laicos, hacen el esfuerzo de colaborar significativamente en la misión evangelizadora. La misión de los Agustinos Recoletos se desarrolla en una extensa área rural de la diócesis de Holguín a la que ha resultado complejo atender hasta el momento desde el clero diocesano. La presencia de la Orden en esta zona es muy significativa en una país donde más de la mitad de los habitantes están bautizados, pero apenas el tres por ciento son practicantes.
«La misión de Cuba es la que menos satisfacción puede ofrecer en términos de logros visibles, especialmente cuando se compara con otras misiones.» Afirma Fr. Ismael Xuruc, que formó parte de la primera comunidad de en Holguín desde 2018 hasta 2022. «Más bien, como dice el Evangelio muchas veces acerca del Reino de Dios, es comparable a una semilla de mostaza, a un poco de levadura o a un tesoro escondido. Aquí no se trata de comprenderlo todo para poder actuar; si se intenta, se pierde el tiempo. La cuestión es llegar convencido de quién se es, de la riqueza del carisma y de todo lo que se ha recibido de Dios, y, como el muchachito que se acerca a Jesús para ofrecerle sus cinco panes y dos peces, el religioso agustino recoleto debe estar dispuesto a ofrecer, por pequeño que parezca, su propia vida. Si lo hace, como yo mismo lo he vivido, es seguro que Dios hará el resto. Las vidas, momentos, experiencias, oraciones, diálogos, llantos, sufrimientos, enfermedades, carencias y celebraciones se llenan y se iluminan con momentos de alegría, esperanza y vida de Dios y en Dios.»
«Ruego a Dios que permita que este fermento, esta semilla y pequeñez de la Iglesia cubana siga transformando vidas, como ya está ocurriendo, y que contribuya a la creación de una sociedad renovada y llena de valores que favorezcan una vida más digna para todos.» (Fr. Ismael Xuruc)