Monseñor Florentino Armas, fraile de cuerpo entero

Autor: Emiliano Cisneros OAR

Los agustinos recoletos llegaron a Perú en 1939 y, en 1941, se instalaron en las provincias andinas de Cutervo y Cajamarca. Ante la carestía de sacerdotes, la Santa Sede decide erigir la Prelatura de Chota (Cajamarca), encargando su desarrollo a dichos religiosos. Florentino Armas (1900-1979) será su primer prelado. Misionero por tierras venezolanas y curtido en labores de gobierno, ya como vicario provincial de Venezuela, Trinidad y Perú, ya como consejero general (1950-1962), a él le correspondió desbrozar y asentar la tarea evangelizadora en la nueva Prelatura, lo que hizo a través de la promoción vocacional, la formación de los catequistas, los apostolados de la oración y de la buena prensa, la erección de nuevas parroquias y el contacto diario con las comunidades religiosas presentes en la zona.

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