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Diez años dejando huella en el sector educativo

La UniAgustiniana de Bogotá celebra en 2019 su décimo aniversario desde su fundación en 2009. Desde entonces, ha desarrollado un proyecto educativo que ofrece una formación universitaria completa e integral desde los valores agustinianos. Lo explica en este artículo el Vicerrector de Investigaciones, Julio César León.

Nuestra razón de ser son los estudiantes, a quienes educamos para que sean líderes buscadores incansables de la verdad, bajo los principios agustinianos de interioridad, libertad, amistad y sentido comunitario. Formamos profesionales que, con su calidad, su compromiso social, sus valores éticos y morales, contribuyan a la construcción y desarrollo del país.

Los procesos educativos son fundamentales en cualquier proyecto de sociedad. En el caso de Colombia, golpeada históricamente por la violencia, la falta de valores y de conciencia por el otro, estos adquieren una relevancia mayor.

En la Universitaria Agustiniana somos conscientes de la responsabilidad que tenemos como institución de educación superior en la transformación social colombiana. A puertas de cumplir diez años desde que a través de una reforma estatutaria se oficializara el proyecto de la Orden de los Agustinos Recoletos como administradora de la Institución, hemos logrado consolidar una oferta académica de calidad, que cada vez es más reconocida en el sector y continuamos con la convicción de que debemos mantener el trabajo serio y dedicado que hemos realizado en este tiempo, desde la perspectiva, la conciencia y el compromiso hacia la construcción de una mejor sociedad, en lo humano, científico y cultural.

A través de nuestra presencia física, llevamos educación de calidad con costos razonables a zonas en las que tradicionalmente la oferta ha sido escasa y precaria. Nuestra influencia más fuerte está en las localidades de Kennedy, Fontibón y Suba, en el Distrito Capital. Además, los medios tecnológicos nos han permitido crecer de nuevas maneras; contamos con el potencial para atender estudiantes ubicados en cualquier parte del mundo mediante nuestros programas virtuales, siempre que tengan la posibilidad de conectarse vía redes telemáticas.

Quince programas académicos de pregrado, siete especializaciones, alrededor de siete mil estudiantes activos y más de ocho mil egresados son la mejor evidencia del éxito de nuestra propuesta. Para lograrlo, contamos con cinco Vicerrectorías, cinco Facultades, unidades académicas de apoyo y personal administrativo con las más altas calidades.

La totalidad de esta oferta se desarrolla en nuestra sede Tagaste, ubicada en la localidad de Kennedy, al suroccidente de la ciudad. Con programas en las áreas de Ciencias Económicas y Administrativas, Ingenierías, Humanidades, Ciencias Sociales y Educación, Arte Comunicación y Cultura, en algunos casos desarrollados en metodología virtual, proporcionamos una propuesta de valor pertinente y novedosa en una zona que tradicionalmente estuvo desatendida y con ausencia de instituciones de educación superior que facilitaran la formación en este nivel.

Por otro lado, nuestro Campus Suba, que inició operaciones en 2011, cuenta con cuatro programas académicos de pregrado y una especialización. También con una infraestructura adecuada y en constante crecimiento, posicionándose, así como una alternativa educativa de calidad en la localidad más grande de la ciudad capital.

El aspecto más importante sobre el que se ha soportado el proyecto educativo institucional es nuestro modelo de formación. Partimos de los principios agustinianos, para educar integralmente a nuestros estudiantes y forjar en ellos la capacidad de liderazgo que les permita aportar en la creación de nuevas y mejores condiciones de vida para todos. Innovamos constantemente en el uso de las tecnologías de la información y la comunicación para la puesta en marcha de procesos educativos que permitan la construcción individual y colectiva.

Estos principios se viven en toda la comunidad y se reflejan en su comportamiento en el día a día. Para lograrlo, se promueve una actitud reflexiva y de conocimiento interior que permite a los miembros de nuestra comunidad madurar y desarrollar su propio ser como parte del ejercicio mismo de la libertad. Este, a su vez, se da a partir del libre albedrío, la inteligencia, la voluntad y la responsabilidad de las personas frente a sí mismos, los demás y las reglas y códigos sociales que deben ser respetados.

La amistad, como vínculo que conecta a las personas en mutua simpatía y elemento constituyente dentro de una comunidad de significado y sentido, forja el carácter de las relaciones en nuestra institución. Invita al diálogo, la escucha, el reconocimiento y respeto por los demás. Reconoce además que somos seres sociales que nos construimos a partir de las interrelaciones que se dan en espacios comunes y responden a intereses compartidos en un proyecto educativo común.

El docente es un actor clave en todo el proceso formativo. Como la persona más cercana a los estudiantes debe contar no solo con formación y experiencia profesional pertinentes, sino también con las cualidades humanas que le permitan integrarse a la vida en comunidad y comulgar con los principios institucionales que serán la base de su labor pedagógica.

Nuestra perspectiva, entonces, se centra en las potencialidades de las personas y en la atención a los procesos de desarrollo humano como soporte de todas las actividades académicas y administrativas.

Otro aspecto fundamental que demuestra la consolidación institucional, y que además representa la seriedad de la apuesta agustiniana y nuestro compromiso con la transformación social del país es el desarrollo investigativo que hemos logrado.

Actualmente contamos con veinte grupos de investigación, cinco reconocidos y seis categorizados por Colciencias, que como parte de su trabajo han publicado artículos en prestigiosas revistas científicas tanto nacionales como internacionales. También, recientemente creamos el Sello Editorial Agustiniano a través del cual editamos producción bibliográfica que ya ha sido divulgada, entre otros espacios, en numerosas ferias del libro en las que hemos logrado el reconocimiento a su calidad por parte de la comunidad académica.

En el mediano plazo, los esfuerzos investigativos institucionales serán orientados hacia la generación de conocimiento con sentido e impacto, a través de procesos de transferencia que permitan su uso y aporte en la solución y necesidades de problemáticas nacionales.

El camino recorrido durante estos diez años de construcción en el sector de la educación superior ha sido de mucho aprendizaje. Actualmente estamos en un momento de nuestra historia en el que consideramos que tenemos todos los elementos para trascender y convertirnos en una institución que puede afrontar retos nuevos y más grandes de formación y de aporte a la investigación científica, el desarrollo tecnológico, la innovación, la difusión, la transferencia de conocimiento y la cultura.

Creemos en nuestro modelo y continuaremos dejando huella a partir del humanismo y de nuestros principios, con el objetivo de aportar a la consecución de una sociedad más justa y solidaria, que brinde posibilidades de desarrollo individual y colectivo para todos.

Julio César León
Vicerrector de Investigaciones
Universitaria Agustiniana – Bogotá

Este artículo está publicado en el Anuario OAR 2018

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