El Consejo general y los consejos provinciales han mantenido encuentros de trabajo para abordar los principales retos que deberá afrontar la Orden.
La reunión mantenida por el Prior general y los priores provinciales celebrada hace unas semanas acordó tratar de forma concreta las conclusiones de ese encuentro en el contexto propio de cada provincia. Por ello, el Consejo general se ha reunido con los cuatro consejos provinciales y vicarios provinciales para detallar los compromisos de cada provincia, que en una visión general conforman los desafíos de la Orden en el mundo. Las reuniones comenzaron el viernes 13 de noviembre y han concluido el 19 de noviembre.
En primer lugar, en la línea de lo acordado en el encuentro con los priores provinciales, los religiosos han reflexionado sobre la estructura de los secretariados y comisiones. Se ha observado la necesidad de aligerar organismos que en muchos casos se duplican para trabajar en comunión y lograr un funcionamiento óptimo en cada una de las áreas. Es un compromiso que viene reflejado en el Proyecto de Vida y Misión de la Orden.
El Consejo general ha pedido a las provincias que evalúen sus presencias en cada uno de los países donde se encuentran. El proceso de revitalización que comenzó la Orden hace años, y que aun hoy continúa, tenía como principal objetivo la vivencia del carisma agustino recoleto y la misión evangelizadora de la Orden. Es por eso que el prior general y su consejo han invitado a reflexionar sobre las presencias y tomar decisiones para que cada comunidad tenga vida.
Por otro lado, se ha hablado en la reunión de los proyectos de colaboración entre provincias. Es el caso de España o Brasil, donde coinciden varias provincias. La Orden debe caminar en comunión para simplificar esfuerzos y para fortalecer la propia labor. En estos países se trabajará por la colaboración interprovincial en los centros educativos, en vocaciones y juventud, en parroquias o en lo referido a fraternidades seglares.
Siguiendo el lema de este año -‘Profetas del Reino: pobres, periferias y proyectos sociales’-, también se ha insistido en preparar el plan provincial de acción misionera. Varias provincias ya lo han llevado a cabo y permite establecer una línea de continuidad para los territorios de misión, favoreciendo a que se mantenga la unidad en la diversidad de religiosos que puedan trabajar en esas misiones.
Asimismo, se ha insistido en la importancia de la formación, inicial y permanente, en los religiosos, especialmente en los jóvenes. Inculcar desde el inicio del proceso la vivencia de la pobreza como dimensión propia del carisma agustino recoleto. También se ha pedido formar a los laicos para liderar procesos de revitalización y evangelización.
De modo concreto, la Provincia San Ezequiel Moreno se ha comprometido a llevar a cabo decisión del pasado Capítulo general y establecerá una segunda comunidad en Indonesia para consolidar su presencia n este país. Además, de facilitar las traducciones se ve necesario que haya una participación más activa de los religiosos de Filipinas en los organismos de la Orden.
El trabajo continuará. Los organismos generales y provinciales seguirán estrechando lazos para avanzar en la misma dirección, siempre con un mismo objetivo: ser creadores de comunión.