El 11 de marzo de 2001 el papa Juan Pablo II reconoció solemnemente como mártires de Cristo a 233 cristianos asesinados durante la guerra civil que desgarró la sociedad española desde julio de 1936 a abril de 1939. El grupo más consistente provenía de la diócesis de Valencia y era bastante heterogéneo. Había en él sacerdotes, monjas contemplativas, religiosos de vida activa y un buen número de seglares. Entre las monjas contemplativas descollaba la madre Josefa Masiá de la Puritficación, agustina descalza del convento de Benigánim.
Año de documento: 2008.
Autor: Martínez Cuesta, Á.
ESPAÑA