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Romualdo Rodrigo, postulador de más de 50 causas de santos

Es un experto canonista especializado en causas de beatificación y canonización. De origen navarro, reside en Roma desde hace 45 años y buena parte de su vida la ha dedicado a probar la santidad de cristianos de distintas épocas y lugares. Es una persona sencilla, que no gusta de hablar de sus logros, pero aprovechando sus bodas de oro sacerdotales, ha hecho una excepción con el portal de la Orden de Agustinos Recoletos.

P.- ¿Qué hay que hacer para ser santo?
R.- Para ser santo basta con amar y cumplir con fidelidad la misión que cada uno tiene en el mundo. Como dice San Francisco de Sales, viviendo la espiritualidad del propio estado, bien sea laico, religioso o sacerdote. No hace falta hacer milagros ni tener éxtasis, basta con cumplir la voluntad de Dios en cada momento y en cada situación de la vida. Hay santos que no hicieron ninguna cosa extraordinaria.

P.- ¿Qué se requiere para que la Iglesia reconozca esa santidad?
R.- Para promover una causa de beatificación, hace falta en primer lugar la fama de santidad. Si nadie conoce a un santo, no puede ser propuesto como modelo de santidad. Y si se le atribuyen favores y milagros, es porque lo invocan y creen en su santidad y en su poder de intercesión. Cuando son reconocidas por la Iglesia las virtudes heroicas de un cristiano se le considera Siervo de Dios. En la beatificación, la Santa Sede da facultad para dar culto limitado a un Siervo de Dios en una región o a una institución religiosa. La beatificación es un paso previo para la canonización en la que públicamente se declara a una persona santa.

P.- ¿Cuál es el proceso que se sigue para una canonización?
R.- Se requieren varios procesos. Los más importantes son: proceso de virtudes y fama de santidad, en el cual se recogen las pruebas testimoniales; proceso para probar que no se ha tributado al siervo de Dios culto alguno; proceso sobre algunos milagros. El Papa es quien declara la heroicidad de las virtudes o del martirio. De ahí que las causas de los Santos lleven mucho trabajo y cuesten bastante, porque intervienen decenas de personas: teólogos, médicos, cardenales, obispos y por último el Papa.

Santos de ayer y hoy

P.- ¿Cómo ha evolucionado el reconocimiento de santidad por parte de la Iglesia a lo largo de la historia?
R.- La fama de santidad desde los primeros siglos era esencial para considerar santa a una persona. Se hablaba de fama “signorum et miraculorum”. Si no existían hechos milagroso no se proclamaba santo a una persona. Hasta antes de la nueva legislación de 1983 había que presentar en la Congregación una relación de los favores y milagros atribuidos al Siervo de Dios, o al Beato para poder canonizarlo. Se requerían dos milagros si había testigos directos, o cinco si se probaban a través de testigos indirectos. Hoy día basta con un milagro para la beatificación y otro para la canonización.

P.- Padre Romualdo, ¿cuáles son los santos y beatos de la Familia Agustino-recoleta en cuya causa usted ha intervenido?
R.- San Ezequiel Moreno; los beatos Melchor y Martín, mártires de Japón; Santa Magdalena de Nagasaki, también mártir en este país; la primera beata venezolana Madre María de San José y los beatos Vicente Soler y compañeros mártires que murieron en Motril durante la persecución religiosa española del siglo pasado.

P.- ¿En que otras causas de la Orden ha intervenido?
He trabajado en las causas de sor Mónica de Jesús, que es ya venerable; la madre Mariana de San José, fundadora de las agustinas recoletas; el padre Mariano Gazpio, misionero en China; la Hermana Cleusa, misionera agustina recoleta, que murió asesinada en la Misión de Lábrea; la madre Antonia de Jesús, fundadora de los conventos de Andalucía; Simi Cohen, la monja judía que se llamaba en religión María Dolores del Amor de Dios; Dionisia y Cecilia Talangpaz, fundadoras de las hermanas agustinas recoletas filipinas, la madre Esperanza Ayerbe, una de las fundadoras de las misioneras agustinas recoletas y el padre Jenaro Fernández, que fue vicario general de la Orden, que ahora lo lleva el nuevo postulador P. Samson Silloríquez.



Romualdo Rodrigo Lozano nació en Cáseda (Navarra), España, el 20 de agosto de 1932.
P.- Usted es el postulador de los Agustinos Recoletos. ¿Por qué ha llevado otras causas ajenas a su Orden?
R.– Efectivamente he llevado muchas más causas, entre todas más de cincuenta. Entre otros motivos porque era el único español abogado de los santos y, sobre todo, porque escribí el manual para instruir los procesos de canonización que se publicó en español e italiano. Tuvo una gran acogida, porque entonces no existía otro. Ha sido muy difundido sobre todo en España, América Latina y en Italia. Lo utilizan como texto en la escuela de postuladores, que funciona en la Congregación para las Causas de los Santos y diría que en la instrucción de casi todas las causas de beatificación.

P.- Es autor del “Manual de las Causas de Beatificación y Canonización”, una referencia para la instrucción de las causas de los santos. ¿Cómo surgió la idea y qué repercusión ha tenido?
R.- Antes de dedicarme a las causas de los santos, obtenido el titulo de abogado de la Rota, había trabajado como juez instructor y de mérito en el tribunal de Vicariato de Roma, y como Defensor del vínculo de la Rota Romana. Me di cuenta de que en la declaración de los testigos de las causas, había bastantes lagunas y que los instructores con frecuencia empleaban un lenguaje indirecto, en vez de hacer hablar al testigo y de recoger sus palabras. Dado que tenía una larga experiencia, pensé que estaba capacitado para escribir un manual y contribuir de alguna manera a la preparación de las Causas de los Santos. De hecho el manual tuvo una acogida unánime y se han hecho varias ediciones. En español dos y en italiano tres. Me es difícil calcular los ejemplares vendidos. En italiano se han vendido unos 4.000 y en español calculo que otros tantos, aunque no puedo ser más preciso pues cedí los derechos de la edición española a la Universidad Pontificia de Salamanca.



El 28 de mayo se cumplieron los cincuenta años de su ordenación sacerdotal.
Perfil: Navarro, canonista y agustino recoleto

Romualdo Rodrigo Lozano nació en Cáseda (Navarra), España, el 20 de agosto de 1932. Ingresó en el seminario menor que los agustinos recoletos tenían en Artieda (Navarra). Profesó el 3 de septiembre de 1951 en el convento de Valentuñana, en Sos del Rey Católico (Zaragoza). En este mismo convento fue ordenado sacerdote, junto con su hermano Javier, el 28 de mayo de 1958, de manos de Mons. Arturo Quintanilla, OAR. Se cumplen cincuenta años de este acontecimiento.

Una vez ordenado sacerdote fue destinado a Roma donde obtuvo la licencia en Derecho Canónico por la Universidad Pontificia Gregoriana en 1961. Durante dos años (1961-1963) fue profesor en colegio San Agustín de Pamplona. Volvió a Roma el año 1963. En 1964 obtuvo el doctorado en Derecho Canónica por la Universidad Gregoriana; en 1967 el diploma en Teología Moral por el Alfonsiano, y en 1968 la licencia e Teología Dogmática por la Universidad del Laterano. En este mismo año obtiene el título de Abogado de la Rota. En 1969 fue nombrado Juez Prosinodal y, por tanto, Juez Instructor a tiempo pleno, ejerciendo este cargo hasta 1978, en que fue reorganizado el Vicariato. En 1983 fue nombrado Abogado de las Causas de los Santos.

Publicó diversos artículos de Derecho en las revistas Periodica y Ephemerides. En 1988 publicó en la Universidad Pontifica de Salamanca el conocido “Manual para instruir los Procesos de Canonización” traducido al italiano en 1991.

En el ámbito de la Orden desempeñó el oficio Procurador General durante tres años (1972-1975) y de Postulador General durante treinta y dos años (1973-2005). Actualmente sigue llevando las causas de las monjas agustinas recoletas.

Bodas de oro sacerdotales

El 28 de mayo se cumplieron los cincuenta años de su ordenación sacerdotal. Lo quiso celebrar en la intimidad. Tan sólo su hermana Pilar y su hermano Salvador, sacerdote diocesano que trabaja en Venezuela, se unieron a los agustinos recoletos de Roma para acompañarle en la misa que se celebró en la capilla de Nuestra Señora de la Consolación, en la curia general. Su hermano Javier, también agustino recoleto, que fue ordenado el mismo día, no pudo estar presente por motivos de salud. Se adelantó la celebración al día 27 para que pudiera estar el Prior General, Javier Guerra Ayala.

Santos y beatos cuyas causas han sido promovidas por Romualdo Rodrigo

Santos canonizados
San Ezequiel Moreno (OAR)
Santa Magdalena de Nagasaki (OAR)
Santa Rosa Molas, fundadora de las religiosas de la Consolación
San Rafael Guizar y Valencia, arzobispo de Jalapa

Beatos y mártires
Beatos Martín de san Nicolás y Melchor de san Agustín (OAR)
Mártires de Motril (OAR)
Juan Nepomuceno Zegrí y Moreno, fundador de la Congregación religiosa de las Hermanas Mercedarias de la Caridad
Mª Pilar Izquierdo, fundadora de las Misioneras del Pilar
Manuel González, Fundador de las Misioneras Eucarísticas de Nazaret
Encarnación Rosal, fundadora de las Betlemitas
Laura Montoya, fundadora de las Misioneras de María Inmaculada
Piedad de la Cruz, fundadora de las Salesianas del Sagrado Corazón de Jesús
Caridad Brader, fundadora de las Capuchinas del sagrado Corazón de Jesús
Carmen Sallés, Fundadora de las Misioneras de la Enseñanza
Carlos Rodríguez, seglar
Zeferino Jiménez Malla, primer beato gitano
Liberio y doce compañeros mártires de Toledo
Clarisas de Madrid – María Refugio Hinojosa y seis compañeras
Josep Tapies de Urgel y seis compañeros mártires
Rita Pujalte y Compañera de Madrid de las Hermanas de la Caridad del Sagrado Corazón

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