Al ser un grupo tan numeroso, los participantes se distribuyeron para dormir en distintas casas de convivencias de la costa granadina.
El sábado por la mañana, tras la oración, los jóvenes realizaron distintos talleres ecológicos, misioneros, lúdicos y formativos. La comida fue en el patio del colegio, con aspecto de boda. Por la tarde tuvo lugar el festival en el teatro Calderón de Motril. En el exterior se colocó una pantalla gigante y grandes altavoces, para que nadie se lo perdiera ya que el aforo del teatro es de trescientas plazas. Fueron dieciséis las canciones que se presentaron a concurso y tres las premiadas: mejor letra para el grupo de San Sebastián (País Vasco), mejor interpretación para Granada (Andalucía) y mejor música para Guadalajara (Castilla La Mancha).
Hubo gran participación de los jóvenes.Se concedió un premio especial al grupo de jóvenes que forman el coro de la parroquia Santo Tomás de Villanueva de Granada, por su constancia y su perseverancia cada domingo en el coro.
Por la noche, tras la cena, tuvo lugar una solemne vigilia de oración en la iglesia de la Encarnación de Motril, presidida por José Manuel Cambero, director del colegio agustino recoleto San Agustín de Motril. Hubo gran participación de los jóvenes, momento de confesiones y contó con la presencia del cantautor cristiano Marcelo Olima, que sumergió a todos en un ambiente de oración y encuentro con Dios.
El domingo, en grupos, se tuvo la oración, una reflexión sobre valores cristianos para todas las edades y una gymkana por la ciudad de Motril. Tras la comida llegó la hora de la despedida partiendo con la experiencia de la fe vivida y la alegría compartida.