Los nueve frailes agustinos recoletos que ejercen su ministerio en Chile han escrito un mensaje con motivo de los diez años de presencia agustino-recoleta en el país andino. En el texto comparten su alegría y dan gracias a Dios por haberles llevado a Chile. En el mensaje recuerdan “el trabajo generoso de cerca de treinta frailes quienes, con sus virtudes y fragilidades, han anunciado el Evangelio a través de su vida espiritual, comunitaria y pastoral desde el 23 de abril de 2001”.
También citan las fundaciones que jalonan este decenio de labor pastoral: “en la diócesis de San Agustín de Talca, acogiendo a los primeros cuatro religiosos en la parroquia San Luis Gonzaga y expandiendo esta misión al norte del país en la ciudad de La Serena, en el convento Nuestra Señora de la Consolación, con la atención pastoral del Templo San Agustín y la parroquia San Isidro, y posteriormente en Santiago, en la parroquia Santa María de la Esperanza”.
Laicos y compromiso
El mensaje hace un balance positivo: “Estamos recogiendo lo que otros sembraron, lo cual se evidencia en la satisfacción manifestada por nuestros feligreses chilenos; fruto de ello es la constitución de distintas comunidades laicales en torno a nuestra espiritualidad agustino-recoleta”. Y apunta a dificultades y retos, que no podían faltar: “nos encontramos ante un desafío apremiante en esta Iglesia particular, que en la actualidad atraviesa momentos difíciles, que exigen de nuestra parte un compromiso serio y radical de testimonio religioso y sacerdotal”.
Concluyen dando las gracias “a todas las personas que han caminado junto a nuestra comunidad en medio de alegrías y penas, esfuerzos y fatigas, como metas y fracasos, entregando en cada ministerio, no solamente sus capacidades y aporte material, sino principalmente su contribución espiritual y fraterna, haciendo de esta Iglesia “una mesa para todos”.