El mes comenzó el 26 de junio y ha durado hasta el 23 de julio. Los convocados eran todos los jóvenes de la Orden a los que correspondía hacer la profesión perpetua. Y en esto estaba la novedad: hasta ahora se venía organizando por continentes; esta vez ha sido un único curso para toda la Orden. Los únicos que no han podido asistir, por dificultades burocráticas, han sido los jóvenes religiosos de Filipinas.
En total han sido 19 candidatos procedentes de seis países: Argentina, Brasil, Colombia, México, Perú y República Dominicana. En Monachil han tenido la oportunidad de conocer el rostro mestizo y las variadas presencias de la Orden en la Iglesia y en el mundo.
Oración y reflexión
Igual que, en muchas partes, es obligatorio hacer un cursillo prematrimonial, el religioso tampoco puede comprometerse de por vida con los votos de castidad, pobreza y obediencia sin hacer antes un curso preparatorio que, en el caso de los agustinos recoletos, dura un mes. Un mes intensivo que se define por la convivencia relajada en una de las casas tranquilas de la Orden, con especial dedicación a la oración y a la reflexión.
Cada semana han estudiado un tema expuesto por un especialista agustino recoleto. Primero fue el entramado humano de la vida religiosa. Después el estilo agustiniano de comunidad. En la tercera semana, los jóvenes conocieron a fondo las distintas actividades de evangelización que protagoniza la Orden. Y durante la última semana los candidatos se ejercitaron en el arte de escuchar en su interior la voz de Dios con la ayuda de san Agustín.
Visitas
Todo ello, bien adobado con dinámicas de integración y conocimiento de las realidades originarias de los participantes; salidas y excursiones que les han permitido descubrir sitios monumentales y lugares relevantes en la historia recoleta; visitas a varios de los monasterios de agustinas recoletas existentes en la zona. Y también visitas recibidas. Por Monachil han pasado, en distintos momentos, el prior general, varios priores provinciales y algún obispo agustino recoleto. Otra muestra de la realidad variada, completa y enriquecedora de la Orden de Agustinos Recoletos.
Balance
Se puede decir, sin temor a equivocarse, que el mes de preparación para la profesión solemne fue muy positivo para todos los participantes, tal y como lo pone de manifiesto la evaluación general que realizaron los organizadores y los jóvenes frailes. Entre los elementos que más se destacaron están el de la riqueza que supuso una sosegada convivencia entre frailes de las más variadas procedencias geográficas, la cálida acogida de la comunidad de Monachil y, sobre todo, el sentirse parte de una gran familia, la de los agustinos recoletos, con todo lo que ello supone.