Los agustinos recoletos aún están ultimando el programa completo de actividades conmemorativas, pero ya han presentado el cartel oficial. El diseño es del dibujante y pintor, al tiempo que arquitecto y profesor universitario, Santiago Bellido Blanco. Bellido, de 41 años, es antiguo alumno del colegio San Agustín de Valladolid (España). Siempre se ha mantenido próximo a la Orden participando como miembro de la Asociación de Antiguos Alumnos.
En el cartel se representa el Religiosas familias (documento pontificio por el que los agustinos recoletos obtienen el reconocimiento oficial de Orden independiente) como el momento de la mayoría de edad en que el hijo marcha de casa y emprende su propio camino. En esta viñeta no hay ruptura entre padre e hijo; hay cariño, que se manifiesta en el mutuo gesto de despedida y en el rostro emocionado del Santo Obispo. Es un momento de plenitud. El padre ha completado la tarea de educar al hijo, y éste atesora en su equipaje cuanto ha recibido en casa, un tesoro que deberá repartir a manos llenas.
Y en rigor tampoco hay separación. No es que el padre se quede en casa, dedicado a rumiar sus recuerdos y nostalgias. Más bien se continúa en el hijo, que prolonga su acción y difunde su doctrina.
En este cartel los agustinos recoletos aparecen como continuadores de san Agustín. La historia de la Orden se presenta como un camino que arranca del Santo de Hipona y se continúa hasta el presente. Los hitos principales, y las etapas que éstos marcan, los explicita el logotipo del Centenario, que el cartel incorpora. Y, de forma implícita, se expresa la clave de la renovación, que no es otra que la vuelta a san Agustín.
De esta forma se plasma, si no la realidad actual de los agustinos recoletos, sí al menos el ideal que persiguen, que da sentido y forma a toda su estructura y organización.