El año pasado, por estas mismas fechas, el Gobierno elaboró y aprobó la Ley 8 en la que, además de regular los cánones impositivos de las empresas mineras, afectaba a concesiones mineras e hidroeléctricas existentes o futuras en la Comarca Ngäbe-Buglé. Eso llevó, por parte de los indígenas, al cierre de la carretera Interamericana en distintos puntos entre Santiago y David. La Coordinadora por la Defensa de los Recursos Naturales y el Derecho de los Pueblos Ngäbe, Buglé y Campesino, solicitaron la mediación de la Iglesia Católica en la persona de este servidor, lo cual fue también acogido por la parte gubernamental. Así, desde el 27 de febrero, en San Félix, en el Centro de Capacitación y Formación “Nuestra Señora del Camino”, se instaló la Mesa de Diálogo y se estuvo analizando el documento presentado por la Coordinadora y las contrapropuestas del Gobierno, hasta que el día 3 de marzo se hizo presente en el lugar el Sr. Presidente de la República, Ricardo Martinelli, y anunció la derogación de la Ley 8 y se acordó instalar una comisión tripartita -Coordinadora, Ejecutivo, Asamblea de Diputados- en la que se elaboraría un nuevo proyecto de Ley, que debería suspender y prohibir las explotaciones mineras en la Comarca y proteger los recursos hídricos y ambientales de la misma.
Nem minas, nem hidrelétricas
Con menos celeridad de lo necesario y prudente, la citada comisión no llegó a estudiar y plantear un acuerdo hasta finales del mes de octubre. En el proyecto de acuerdo, la Coordinadora planteaba 11 puntos, de los cuales la Comisión rechazó 3, porque estaban contenidos de alguna manera en los anteriores; aprobó por consenso 8, y uno no fue aprobado por consenso. Cuando la Comisión de Comercio y Asuntos Económicos de la Asamblea presentó el anteproyecto de Ley al Pleno de la Asamblea, sólo estaban incluidos los 8 puntos aprobados por consenso, pero no el punto 5, que no había sido aprobado. El punto 5, en resumen, no sólo prohibía las concesiones mineras en la Comarca, sino también la construcción de hidroeléctricas y extendía esta prohibición a las llamadas “áreas anexas” e incluso a áreas fuera de la Comarca habitadas por indígenas. El Gobierno no estaba dispuesto a tanto.
Y estalló de nuevo el conflicto. La Coordinadora convocó de nuevo al cierre de la carretera interamericana, primero un carril, como muestra de fuerza, y luego, ante la no cesión del Gobierno, cierre total. Esto duró 6 días. El jueves comenzaron a darse los primeros intentos de diálogo, poniendo de intermediaria a la Iglesia, a través de este servidor. El Ejecutivo, dicen que por razones de seguridad del Estado, mandó cortar las comunicaciones celulares en el área. El viernes se trasladó a David, en busca del diálogo, una comisión gubernamental, integrada por el Ministro de Gobierno, el de Comercio y dos Diputados de la Asamblea; no se consideró prudente viajar al punto de conflicto y los indígenas tampoco quisieron moverse de su base. El equipo gubernamental regresó en horas de la tarde a la capital, pero se abrió otra vía de diálogo a través de la Ministra de Educación, con la que se acordó una reunión entre las partes, en San Lorenzo, el sábado a las 10 de la mañana; esta vez, no sé por qué razón, el gobierno no movió ficha y nos dejaron esperando hasta las 3 de la tarde en San Lorenzo, tanto a la Iglesia como a la Coordinadora.
SMS de madrugada
En la tarde-noche del sábado, sabiendo que las cosas estaban llegando a su límite, se intensificaron las conversaciones telefónicas a tres bandas -Ejecutivo, Iglesia, Coordinadora- y, después de muchas idas y venidas, casi a la una de la madrugada, se llegó al acuerdo con los líderes de la Coordinadora de que los indígenas abrían la carretera a las 6:00 am y a las 7:00 am iniciaban las conversaciones en San Lorenzo. Con la decisión tomada, me acosté a descansar unas horas para ir temprano a San Lorenzo, como a unos 50 kilómetros de David. Al levantarme a las 4:30 am, después de asearme, tomé el teléfono y encontré un SMS del padre Adonaí, párroco de San Félix, que había entrado como a las 3:00 am y en el que me decía que, cuando la dirigencia indígena comunicó a las bases el acuerdo, éstas dijeron “ñagare” (“NO”): no levantamos el cierre porque este es nuestro seguro de que el gobierno hace las cosas en serio. Haciendo de tripas corazón, pasadas las 5:30 am, comuniqué al Gobierno la decisión, sabiendo que había llegado lo peor. Así fue: a partir de las 6:00 am las fuerzas de seguridad entraron por diversos puntos a desalojar la vía. El saldo, hasta el momento: un muerto, centenares de heridos y detenidos, y múltiples denuncias de violaciones por parte de la policía de muchachas indígenas.
Acordo e diálogo
Nuevas llamadas telefónicas el lunes, nuevos contactos, y el martes en San Lorenzo se instaló la mesa de diálogo, lográndose el “Acuerdo de San Lorenzo”. En estos momentos, las partes están dialogando en la Asamblea de Diputados, con la mediación de la Iglesia Católica, y la observación del Rector de la Universidad de Panamá y la Relatora de las Naciones Unidas en Panamá.
Que el Señor de la vida y de la historia, por intercesión de “Santa María La Antigua” nos ilumine para alcanzar un acuerdo que devuelva la paz al país y abra a los pueblos indígenas ventanas de esperanza y confianza.