Ciáurriz presentaba su libro sobre el templo parroquial de Nuestra Señora de la Consolación, situado en San Cristóbal (República Dominicana), el pasado 24 de febrero. Se trata del ministerio más antiguo de los agustinos recoletos en este país, al que llegaron en 1927. También es una de las principales atracciones turísticas de la República Dominicana debido a las pinturas murales que acoge en su interior y a las dimensiones del templo, conocido como la “Catedral de San Cristóbal”.
El periodista agustino recoleto destacó que “el objeto principal de la obra no es otro que hacer justicia a la memoria olvidada del pintor José Vela Zanetti”. De hecho, el libro reproduce a todo color los 26 grandes murales que el pintor español –autor de otros murales en la sede de la ONU en Nueva York- realizó en esta iglesia el año 1949. Todas las pinturas son de gran fuerza y colorido, y por lo general representan escenas evangélicas, a excepción del que hay en el crucero, dedicado a san Agustín. Vela Zanetti lo pintó en atención a los agustinos recoletos de la comunidad, que le habían ayudado y lo honraban con su amistad. Representa la muerte del Santo. Agustín, en su lecho de muerte, está revestido de ornamentos episcopales, mientras otro obispo recita las últimas preces y un coro de frailes agustinos recoletos lamentan la pérdida.
El libro ha sido subvencionado por la oficina del senador provincial, Tommy Galán, quien asistió al acto de presentación, lo mismo que el obispo de la diócesis de Baní, Freddy Antonio de Jesús Bretón Martínez, y otras personalidades.
La “Catedral de San Cristóbal” tiene un interés histórico añadido. Se levantó por voluntad del presidente Rafael Leonidas Trujillo (1930-1961), natural de San Cristóbal, que quería fuera su mausoleo. De hecho, en su cripta llegó a estar enterrado varios meses.