La iglesia parroquial de Santa Rita, en el madrileño barrio de Argüelles, fue el escenario de una celebración que el 16 de septiembre se ha repetido en todos los países donde la Orden de Agustinos Recoletos está presente: el primer centenario de la proclamación de los agustinos recoletos como orden religiosa, tras la publicación del breve pontificio “Religiosas Familias” del papa san Pío X, momento histórico representado en uno de los altares de esta parroquia dedicado al papa Sarto.
Presidió la solemne eucaristía el arzobispo de Madrid, cardenal Antonio María Rouco Varela. Lo acompañaba el obispo agustino recoleto de Cartago (Colombia), monseñor Alejandro Castaño Arbeláez, además del vicario general de la Orden, José Ramón Pérez, los cuatro priores provinciales con sede en España y dos priores provinciales de la Orden de San Agustín. El número de sacerdotes concelebrantes llegaba al medio centenar. Entre los participantes en la eucaristía se contaban también las superioras generales de las Misioneras Agustinas Recoletas y de las Hermanas Agustinas Recoletas de Filipinas, numerosos miembros de las fraternidades seglares de toda España.
Indulgencia plenaria
Vista de la asamblea Por especial concesión de la Sagrada Congregación para el Culto Divino, en todo el mundo el formulario litúrgico no fue el propio del domingo correspondiente, común a toda la Iglesia, sino el de la misa votiva de san Agustín según el misal de la Orden.
Para subrayar la importancia de la fecha, los agustinos recoletos se habían dirigido también a la Penitenciaría Apostólica, oficina vaticana encargada de las indulgencias, obteniendo la concesión de una indulgencia plenaria. Dejan así bien clara la orientación espiritual que quieren darle al Centenario: será un Jubileo centrado sobre el perdón y la renovación interior, más que un festejo externo y formal.
A eso mismo alentaba el Prior General, Miguel Miró, en el comunicado oficial dirigido el pasado 19 de agosto a toda la familia agustino recoleta: “Aprendamos de la entrega y santidad de tantos hermanos, así como también de los errores de entonces y de ahora. Y pidamos con humildad perdón al Padre de la Misericordia”.
Son tres las fechas en que cuantos “participen religiosamente en las celebraciones solemnes en las casas de los agustinos recoletos y en los santuarios a ellos confiados” en todo el mundo, pueden lucrar la indulgencia plenaria: el 16 de septiembre, el próximo 5 de diciembre, día del nacimiento de la Orden, y, en la clausura del Centenario, el 15 de septiembre de 2013. Bastará que cumplan con las condiciones habituales: haberse confesado, comulgar y rezar por las intenciones del Papa.
Revitalización
Arcadio Blasco: Entrega del breve pontificio. Parroquia de Santa Rita Los agustinos recoletos nacieron en 1588 en el seno de la Orden de San Agustín, por decisión del capítulo de la provincia de Castilla. Algunos religiosos habían mostrado deseos de llevar una vida más austera y más centrada en la contemplacióny en la comunidad, bebiendo de las fuentes originales agustinianas. Fue un movimiento surgido en muchas de las órdenes religiosas, que dio origen a las ramas que indistintamente se llamaron de “descalzos” o “recoletos”. Durante los siguientes 324 años el movimiento “recoleto” agustiniano fue poco a poco adquiriendo consistencia, estabilidad y ganando grados de autonomía, primero como provincia independiente y luego como congregación dentro de la Orden de San Agustín. El año 1912, finalmente, la Santa Sede le concede la categoría de Orden independiente.
La celebración de este centenario significa para los agustinos recoletos un aliciente más en el proceso de renovación y revitalización en el que se ha implicado desde el último Capítulo General (2010). En 1912, los recoletos estaban resurgiendo de sus cenizas y reorganizándose, y el breve pontificio los impulsó a abrirse a nuevos campos misionales y adaptarse a las circunstancias del nuevo siglo. Hoy, en 2012, la Orden de Agustinos Recoletos intenta hacer lo mismo, en una sociedad que continúa cambiando y en unas circunstancias social y económicamente nada fáciles, como no lo eran cien años antes.
Video de la celebración en Madrid