En la tarde del 26 de septiembre, la diócesis de Würzburg (Alemania) ofreció al Santo Padre en el palacio apostólico de Castel Gandolfo la obra musical “Augustinus, un mosaico de sonidos”. El evento se colocaba en el ámbito del simposio internacional que sobre el obispo de Hipona estaba teniendo lugar en el Augustinianum de Roma. Los autores de la obra son Winfried Böhm y Wilfried Hiller y la ejecución corrió a cargo del coro de la catedral de Würzburg,
“La actualidad del gran Padre latino de la Iglesia es perenne. Lo demuestra, una vez más, la obra que acabamos de escuchar”, dijo el Papa al final de la interpretación. “Agustín se hace presente y está más allá del tiempo. La lucha del ser humano y su búsqueda de lo más profundo, la busca de la verdad, la búsqueda de Dios es válida en todas las épocas; no atañe solo a un retórico y maestro de gramática en los atribulados momentos de la tarda antigüedad, sino a toda persona en todos los tiempos”.
“Que vuestro congreso sobre la relación entre las culturas en el ‘De civitate Dei’ -concluyó Benedicto XVI- contribuya de forma fecunda a profundizar el pensamiento del santo Obispo de Hipona y a reconocer su actualidad en las cuestiones y en los retos que se nos plantean en nuestros días”.