En la tarde del 18 de febrero, el Consejo General aceptó la renuncia de Norberto Escobar Guzmán al cargo de prior provincial de Nuestra Señora de la Candelaria. Dicha renuncia se había producido dos días antes –y cinco después de ocurrida la de Benedicto XVI , debido al agravamiento de la dolencia cardíaca que aquejaba al que, desde noviembre de 2009, venía gobernando la provincia recoleta de Colombia.
A Norberto Escobar, de 78 años, le sustituye automáticamente en el cargo Jairo Orlando Soto Moreno, que hasta ese momento era vicario de la Provincia. Este bogotano de 61 años es, en consecuencia, el encargado de organizar el próximo Capítulo Provincial de la Candelaria, que comenzará el 1 de noviembre de 2013 en El Desierto de la Candelaria (Boyacá), el convento donde la rama americana de la Recolección nació el año 1604.
Soto Moreno es licenciado en teología bíblica por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Ha sido profesor ordinario de Sagrada Escritura en el centro teológico de la Provincia, y esa misma labor la viene realizando en la Uniagustiniana, la Universidad que la Orden fundó en Colombia en 2007. Entre otros cargos de responsabilidad dentro de la comunidad, ha sido ecónomo provincial, así como consejero y vicario de la Provincia. En la actualidad, y desde el año 2000, desempeñaba el cargo de prior y párroco en la comunidad del Colegio Agustiniano Norte, en Bogotá.
La Orden en Colombia
La provincia de Nuestra Señora de la Candelaria está formada por 109 religiosos, casi todos colombianos, y cuenta en Colombia con 22 comunidades, más tres en Chile. Actualmente regenta 19 parroquias y dirige 7 colegios, además de la Uniagustiniana. De los varios obispos que ha dado a la Iglesia, al presente viven tres: Olavio López Duque, auxiliar dimisionario de Bogotá; Alejandro Castaño Arbeláez, obispo de Cartago (Valle del Cauca) y Héctor Javier Pizarro Acevedo, prelado del vicariato apostólico de Trinidad, en Casanare, territorio misional este último en el que los agustinos recoletos cumplían el año pasado tres siglos y medio de presencia.
Su personaje más representativo es san Ezequiel Moreno, que en 1888 restauró la Provincia, para ser luego nombrado vicario apostólico de Casanare (1894) y obispo de Pasto (1896), convirtiéndose en el campeón de la causa católica en Colombia en los últimos años del siglo XIX y primeros del XX.