El pasado 23 de mayo, en el monasterio de Yuso de San Millán de la Cogolla, se abrió la arqueta que contiene los restos del Santo que da nombre al convento, al pueblo y al entero valle de San Millán, en La Rioja. El acto tuvo lugar en el oratorio privado donde se conservan las reliquias del monje Millán y las de su maestro san Felices de Bilibio, y en él estuvieron presentes los diez religiosos que componen la comunidad de agustinos recoletos.
Se trata de algo excepcional; de hecho, en diez siglos sólo están documentadas otras cuatro aperturas de la preciada arqueta. El motivo era recoger tres fragmentos óseos del Santo que, como signo de fraternidad ecuménica, se donaban dos de ellos a la Iglesia ortodoxa rusa. Quien lo había autorizado era el obispo diocesano, Juan José Omella. La operación fue realizada por el canciller-secretario de la diócesis riojana, Luis María Centeno Pérez, que para ello se sirvió de las llaves que guarda el Obispo. De todo se levantó la correspondiente acta, que firmaron los presentes.
Una primera reliquia era obsequio de monseñor Omella, obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño a monseñor Néstor, obispo de Corsún y exarca para Europa Occidental de la Iglesia Ortodoxa Rusa. Ha tenido ocasión de entregársela el día 29 de mayo, con ocasión de la visita que los dos jerarcas realizaron al monasterio emilianense.
Otra reliquia la había solicitado Andrey Kordochkin, párroco de la parroquia ortodoxa rusa de Santa María Magdalena, que pocos días antes, el domingo 19 de mayo, había sido inaugurada en plena ciudad de Madrid. En su solicitud explicaba Kordochkin cómo “una de las tareas más importantes para mí es dirigir la atención de los miembros de la comunidad ortodoxa hacia el primer milenio del Cristianismo en España, que es común para católicos y ortodoxos”. Y destacaba el perfil eremítico del Santo español, para ellos tan atrayente: “La figura de san Millán añadía es muy importante para nosotros, pues representa la profunda tradición de la vida anacoreta, venerada en la Iglesia ortodoxa tanto como en la Iglesia católica”. Al mismo tiempo, como “un gesto bonito del acercamiento mutuo”, ofrecía al monasterio de Yuso un icono del Santo pintado por alguno de los mejores iconógrafos rusos.
Peregrinación a la Cueva del Santo
El párroco de Santa María Magdalena podrá recoger la teca que contiene el fragmento de hueso de san Millán el día 15 de junio. Para ese día tienen prevista una peregrinación al santuario riojano, y allí celebrarán la eucaristía en el oratorio donde se guardan los sagrados restos. Además de admirar los dos monasterios, de Suso y de Yuso, otro de los actos que tienen previsto es ascender hasta la llamada Cueva del Santo: el lugar, metido ya en el monte, donde es tradición que san Millán vivió como ermitaño durante cuarenta años.